Bueno amigos, hermanos, conocidos y visitantes, ¿cómo están todos? yo por aquí con sueño, cansado, con un frío que estoy tocando castañuelas con los dientes, y es que lo que no he trabajado todo el año lo estoy haciendo en estos días, pero seguimos al pie del cañón, en la lucha, y vuelvo para contarles de que tampoco pude asistir a los servicios de nuestra congregación en las pasadas semanas, pero parece que nadie se ha dado cuenta o los que se dieron cuenta pues una leve sonrisa aparecio en sus rostros, pero no, no y no y eso que no voy a cantar con Los Panchos, sino que me invitaron a conversar un domingo y poder llevar la Palabra en una pequeña congregación del área, inclusive cuando el pastor me llamó para hacerme la invitación, aparte de decirle que le dé una mirada a este su blog, le pregunté: ¿estás seguro?, y la respuesta fue !SI! porque leí tu blog, es por lo que te invito, bueno agradecido y contento me fuí a llevarles la Palabra, dicha congregación de unos 80 adultos, en la que bueno no tenían ministerio de danza y panderos, pero que nos dio motivo para poder enseñar algo de la verdad del evangelio de Jesucristo. Y les cuento lo que pasó, ya sabe, tome su Biblia, corramos por un capuchino al Starbucks, un Tiramizu, regresemos y empecemos a conversar respecto a lo que me ocurrio, empecemos.
Bueno como siempre llegue temprano y pude ver los preparativos del servicio de alabanza, un grupo interesante y sobre todo de muchos jovenes, empezó como todos los servicios, cantos, danza de los presentes, alegría porque nos reunimos para una celebración, empezaron las alabanzas y los hermanitos danzaban, hasta que la unción (mejor llamada emoción) empezo a hacer estragos en el líder de la alabanza de ese día, y nos dió según él una profesía, que dentro de todo dijo algo parecido a lo siguiente: (Aunque me pareció haberlo escuchado en otro lugar, no sé donde):
«Hoy vamos a profetizar aunque no seamos profetas, si nunca lo hiciste, hoy lo vas a hacer, tu y yo hemos sido señalados para cambiar las cosas, tan solo debemos atrevernos y todo será hecho, Dios te ha delegado autoridad para profetizar sobre todo, tu tienes la victoria sobre las finanzas, (entonces ¿qué pasó? yo sigo con una mano adelante y otra atrás) sobre la enfermedad, trabajo, familia, sobre los demonios y en el nombre de Jesús, profetiza, palabras de restauración, liberación, espíritu de inmoralidad huye, de drogadicción, huye, (se salieron dos que tres hermanitos) escrito está, nada podra contra la iglesia de Jesucristo, tengo autoridad para derrotar al enemigo, a la cuenta de tres gritaremos por nuestra victoria, como cayo Jerico, caerán tus cadenas, caera todo yugo por causa de la unción, (¿?) a la cuenta de tres abra una explosión aquí en este lugar, los enfermos se sanarán, los endemoniados serán liberados, los muertos espirituales resucitarán, recuerda a la cuenta de tres el Espíritu Santo se derramara en este lugar» y empezó a contar, uno, dos, y toda la gente enfervorizada, repetía las palabras y cuando grito tres, el 99% de la congregación dio un grito que duro una eternidad, y bueno saltos, brincos, «somos victoriosos», ganadores, unos campeones y bueno cada uno se dio vuelo respecto a lo que profetizaba, de todo, sobre las finanzas, todos eramos ricos, sanidad, ya no les dolia las orejas, todos profetizaron sobre trabajo, sobre las deudas, sanidad, casa, carro, sobre lo que se les ocurria. No falto uno que grito los cinco números del Lotto, (fue tan rápido que no los pude anotar, uno nunca sabe).
Bueno hasta aquí todo bien (es un decir) y la gente contenta, les dimos un circo de tres pistas de nunca acabar, pero luego viene lo bueno, pasado el momento, todos alegres, contentos, sanos, libres de demonios, prosperos, sin cadenas, ricos, económicamente hablando, y en fin con todas las bendiciones posibles y profetizando sobre todo, hasta que me llego el momento de llevar la Palabra, y empezamos, les pedi a todos que tomaran su Biblia y nos pusimos a leer, si usted vuelve a leer lo que este líder de alabanza dijo, (yo se los volví a recordar) y a decirles, «hermanos queridos, perdón, pero no puedo callarme de lo que hoy he escuchado» todo lo que ustedes han profetizado, todo lo que han pedido, nada tiene que ver con el Reino y el conocimiento de Jesúss, todo tiene que ver con respuestas materiales, salvo de ser libre de demonios, pero todo el trabajo, dinero, prosperidad, carro, marido, esposa, casa, etc., es material, nosotros los cristianos de hoy solo nos acercamos a Cristo para que resuelva todos nuestros problemas, jamás hablamos del arrepentimiento, del pecado, del cielo, del infierno, (salvo exepciones, y muy pasadita por agua, como si temieramos algo), todo el enfásis que se pone es, en las bendiciones materiales que tenemos derecho a exigirle a Dios que nos la entregue, y hasta nos creemos con derecho de contarle hasta tres al Espíritu Santo, como si fuese nuestro sirviente y no Dios, nosotros somos esclavos, pero nos comportamos como dioses que ordenamos que se cumplan hasta nuestros mas pequeños deseos, vivimos de experiencia en experiencia y de emoción en emoción, como la esposa de un pastor dijo un día, «pasa al frente, Dios está aquí, siente su presencia» perdónenme, pero ¿y qué si no lo siento?, ¿es qué no está Dios conmigo?, vivimos por experiancias y muchas veces le damos más valor a la experiancia o a lo que un hermanito o hermanita paso o vivio, e inclusive a las historias que vivió el profeta tal o el pastor cual, que a la Palabra de Dios escrita en nuestra Biblia, y buscamos experiencias cada vez más espectaculares para creer o hacer creer que somos verdaderos hijos del Altísimo. Y corremos detrás del profeta, o del pastor ungido y hacemos línea por horas pare verlo, pero el domingo llegamos tarde a la congreagcón y a las reuniones de oración, nunca nos aparecemos, y llegamos al servicio como al trabajo, cumplimos nuestras horas de rigor y nos vamos a comer para terminar bien el día, y en la comida pasamos más tiempo, que lo que duro el servicio y nadie se queja hasta que llega la cuenta que pagamos satisfechos, no tanto así como cuando llego la hora de la ofrenda, pero a la hora de pedir, parecemos niños cuando le hacen su cartita a Papá Noel.
Tome su Biblia y vayamos a 1 Pedro 1:8 «A quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no le veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso» no es cuestión de verlo o sentirlo, es cuestión de fe, de esperanza, de amor, de gozo, pero mi hermanito, en nuestras congregaciones hoy en día desde los pulpitos se nos enseña que podemos y debemos experimentar la presencia física de Jesucristo si tiene suficiente fe, pero mire lo que dice ahora 1 Pedro 1:9, «obteniendo ahora el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas» no habla de sentir, no habla de experimentar, habla de fe, pero nos hemos acostumbrado a creer que la experiencia tiene más valor que las Escrituras, sino escuche con detenimiento cada domingo lo que nos enseñan, nos dicen que debemos conocer a Cristo para asi poder obtener todo lo que nuestro corazón desea, y encima queremos contarle al Espíritu de Dios hasta tres para que descienda sobre la congregación, experiencia, sentir, qué lejos estamos del verdadero conocimiento de Dios.
Leí por allí que un pastor decía que mientras se afeitaba por las mañanas en el baño de su casa, Jesús entraba a su cuarto de baño y se pone a conversar con él, señores, y señoras, se dan cuenta «experiencia» pero les voy a decir a todos aquellos que tienen esas visiones: ¿podrías seguir afeitandote o lavandote los dientes en la presencia de Jesús?, o ¿caerías de rodillas pidiendo perdón por que eres un pecador?, o como Isaías caerías y gritarías «Ay de mi, pues soy muerto» (Isaías 6:5) o eres mejor que Isaías, que te sentarías y le invitarias un Starbucks y a charlar como buenos amigos, o ¿te pareces a Enoc?, recuerdas Pedro lo vio y cayó de rodillas y dijo: «Apártate de mi, Señor porque soy hombre pecador» (Lucas 5:8), yo no creo que alguien que ve a Jesús pueda seguir en lo que esta haciendo, sin caer fulminado por nuestros propios pecados delante de la santidad.
La mayoría de cristianos parecen sinceros en sus declaraciones, creencias y afirmaciones, muchos son como dijo Pablo con respecto a los judios «Yo les doy testimonio de que tienen celo por Dios, pero no de acuerdo a un conocimiento pleno» (Romanos 10:2), o sea en palabras claras tenemos celo sin conocimiento, tenemos entusiasmo sin iluminación, mucho menos compromiso, Como John Stott lo escribió «Son avidos (vivos) pero sin dirección».
Cuando desde los pulpitos y en las congregaciones vuelven la experiancia el criterio principal de la verdad, estamos enfocando la vida cristiana sin nuestras mentes, sin pensar, sin usar nuestro entendimiento, lo hacemos porque a fulanita le paso, o porque hizo esto o aquello nosotros lo vamos a repetir o porque el maestro lo dijo o porque el profeta le llego la unción, como les comentaba en un post anterior, cuando una profeta de Dios (¿?) dijo, «asi dice el Señor, el próximo domingo, todos las mujeres vengan con algo rojo porque eso semeja la sangre de mi HIjo» y el siguiente domingo todas las hermanitas de rojito, toda experiencia, toda palabra profetica, todo lo que se enseña desde un pulpito debe de ser confrontado con la verdad que es La Palabra de Dios, la cual es la única verdad escrita para nosotros, lo demás, son mentiras, fábulas de mentes calenturientas, de lobos que quizas con buenas intenciones, pero lobos vestidos de ovejas que quieren desviar al pueblo de Dios o al verdadero pueblo de Dios (ojo, que no son todos los que estan, ni todos los que dicen que estan, son hijos de Dios).
Para acabar, porque nuevamente se alarga, quiero decirles a mis queridos hermanos y hermanas y cualquier visitante taciturno que llegue por aquí, muy pocos, pero muy pocos son los cristianos en el día de hoy que son como los de Berea, que «recibieron la palabra ávidamente, escudriñando cada día las Escrituras para verificar si estas cosas eran así» (Hechos 17:11). Debemos comprometernos a escudriñar las Escrituras y dejar que nuestra experiencia de la Palabra viva venga de allí, no de las emociones internas que terminan cuando se termina el servicio o la predica, debemos olvidarnos y alejarnos de los fenómenos sobrenaturales o de otras cosas que pueden engañarnos y que no son dignas de confianza, porque si lo que hacemos nace de la verdad divina que está en las Escrituras, nos traera gozo, y bendiciones inimaginables porque todo lo hemos basado en la verdad y en la Palabra de Dios.
Queridos amigos, seguimos, intentamos aprender cada día un poco más, sigo esperando a los líderes de mi congregación para aprender, quizás algún viernes, dejenme dejarles un pensamiento, es bueno orar por y con las personas, pero mi amigo, si es más importante estar en la oficina del alcalde orando para cambiar nuestra ciudad, (suena bien y hasta nos da prestigio, pero ¿agradamos a Dios?) creo que nos equivocamos, aunque el alcalde se convierta, todos sus asesores, todos aquellos que tienen poder de desición dentro de la alcaldia, ¿se convertirán?, los maestros de tus hijos ¿se convertiran?, como si fuese magia, no, no sería mejor, estar pastoreando a las ovejas, que si hoy no dan lana, no será porque ya no hay como antaño, cuando regresaban al redil, el pastor las ungía con aceite, las cuidaba y alimentaba, a la perniquebrada la curaba, a la vieja la llevaba en brazos lo mismo que a la recien nacida, no sería mejor invertir nuestro tiempo en pastorear al rebaño que Dios nos ha dado y prepararlos para que hagan la obra para la que fueron llamados, expandir la Palabra en las casas y hasta el fin del mundo, si tenemos maestros, sería bueno abrir grupos de hogar, para enseñar la verdad y no: ¿cómo ser prospero?, corregir en amor, al pueblo de Dios, mi casa sigue estando abierta desde hace más de una década para todos aquellos que se quieran reunir a escudriñar las Escrituras, los espero, bendicionesy seguimos.
Al final del servicio, el pastor se acerco con una ofrenda, la cual con la alegría de siempre rechace, pero le dije, «después de lo que dije, no creo que me vuelvas a invitar», a lo que me dijo !NO! quiero que vuelvas a fines de Enero, pero a darnos unas charlas a los líderes, yo que temía que me sacaran por la puerta trasera, pero bueno, podré allí decirles lo que traía y no pude, pero sabe mi hermano, la verdad es díficil decirla, pero más díficil es luchar por hacerla, se los digo por experiencia, tomemos nuestra cruz cada día, y sigamos el camino, ya está trazado, solo hay que caminar en él, pero primero hay que encontrarlo. Bendciones.
Deja una respuesta