Queridos amigos y hermanos en Cristo, visitantes, asiduos miembros, bienvenidos nuevamente, nos encontramos en este faro del camino (bueno si no es faro aunque sea un pequeño candil), gracias por estar por aquí, por dos domingos, no pude asisitir al servicio de nuestra congregación Manantial de vida, a las 2:00 pm, y es que me toco trabajar, no hemos parado, lo bueno es que nos vamos recuperando económicamente, pero por la mañana a punta de 9:00 am, nos deleitamos con la alabanza de otra congregación, que pronto subiremos a Youtube, apenas la editemos, por la noche nos sentamos a estudiar la Palabra, por la cual estamos hoy aquí, este fin de semana fue de comida china, tremendo, toda la familia nos sentamos alrededor de nuestra mesa para darle duro a nuestro arroz chaufa, tallarin saltado, beef brocoli, pollo con almendras, y nuestra infaltable Coca Cola, para terminar con un café y unos buenos alfajores de maicena, rellenos de manjar blanco, nos costo hacerlos pero más tardamos en hornearlos que ya desaparecieron, en fin, la próxima debemos hacer más, hoy con la nostalgía de los alfajores, no se aleje de su Biblia que hoy retomaremos un libro que hace unos meses empezamos y que para que usted vuelva a recordar.
«Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios» (Romanos 1:1).
Mis queridos amigos, el mismo Pablo se nombra siervo, esto significa «esclavo» aquel que sabe que su única función en esta vida es hacer la voluntad de su Señor, mi amigo, es de suma importancia que al empezar la carta a los Romanos, lo primero que dice, tres cositas, que es siervo, que es apóstol y que fue apartado, su carta de presentación es decirles que es esclavo de Jesucristo, hoy nos enseñan que somos hijos del Rey, que debemos decretar y ordenar, en cambio Pablo dice soy un esclavo, soy el siervo de mi Señor, mire la diferencia, de los que enseña Pablo a lo que enseñan los pastores, maestros y profetas del día de hoy, «sé positivo» Pablo se havía entregado de todo corazón a Cristo y lo seguiría hasta el fin de sus días, «llamado a ser apóstol», mi hermano, nos está diciendo que fue el mismo Jesucristo, quien lo llamó para ser apóstol, para dar las buenas nuevas a toda criatura, hoy veo con tristeza, que cualquier hijo de vecino es apóstol, no lo ha llamado nadie y se autotitula, conocí a uno hace unos años, salió del país porque bueno parece que Dios no lo había traído, solo se vino, nadie lo llamó, pero era o es, ya que no ha cambiado nada, por los comentarios, de que sigue profetizando, y pidiendo ayuda para levantar «SU» ministerio, que luego de un lavado de cerebro pedía a los hermanitos de nuestra congregación de luz, su respectiva ofrenda de amor, y todos corrían a darle todo su amor, sin entender que si es de Dios, Dios y solo Dios levantara su ministerio, no el tuyo ni el mió, sino el del Señor de los cielos y la tierra, en fin él solo se llamó, pero a Pablo mi amigo, fue llamado a dar las buenas nuevas a toda criatura, en todo lugar, no solamente en los grandes auditorios, ni en las catedrales de cristal, ni mucho menos en congregaciones de miles de «ofrendadores» (no se si existe esta palabra) pero, es asi, Pablo era esclavo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para dar la buenas nuevas a toda criatura y en todo lugar como exáctamente lo hizo hasta el fin de sus días, por ello mi hermano, tu que fuiste llamado a ser discípulo de Jesucristo, ¿qué estas haciendo por cumplir ese llamado? verdaderamente estas buscando a Dios diariamente, o solamente te arrodillas para exponerle tus necesidades, tu y yo que fuimos llamados desde el vientre de nuestra madre, él nos conoció desde antes de la fundación de los tiempos, ¿estamos convirtiéndonos en discípulos y siguiendo sus enseñanzas?, hace un tiempo que vengo escuchando una especie de declaración propiamente dicha (pronto la explicaremos bien) pero dentro de todo dice algo así: «Yo soy lo que mi Biblia dice que soy, hoy la leeremos, la estudiaremos», y cosas por el estilo, pero yo la he cambiado porque viene la pregunta
¿verdaderamente soy lo que mi Biblia dice que soy?, pero ¿qué parte?: aquella que dice, ¿qué por ser ni frio ni caliente te vomitare de mi boca?, no sería mejor que digamos «yo hago lo que la Palabra de Dios dice que debo de hacer, y no hago lo que la Palabra de Dios dice que no debo de hacer», suena mucho más real, porque no puedo declarar lo que no soy, mi Biblia puede decirlo, pero ¿está hablando de mi?, verdaderamente ¿soy discípulo de Jesucristo?, ¿estoy haciendo discípulos? ¿estoy preparando a los santos para la obra del ministerio?, entonces mis hermanos, ¿dónde están los obreros, los hombres de Dios, los maestros de Biblia que van de casa en casa visitando y enseñando a los hermanos durante la semana? ¿dónde están aquellos a los que los líderes vienen preparando para hacer la obra? !brillan por su ausencia!, debemos de decir como Pablo y hacer como él, soy esclavo de Jesús y llamado para dar las buenas nuevas a toda criatura, para aprender y enseñar con mi vida la Palabra de Dios, hasta el fin de mis días, de lo contrario, seguiremos siendo tibios, porque a pesar de estar metidos de cuando en cuando en la iglesia, a pesar inclusive de tener un ministerio, inclusive, poder ser líder, pastor o pastora (?), profeta o maestro, simplemente no nos convertimos en carro porque nos metemos a un garage, igualmente porque vamos los domingos a la iglesia, no nos convertiremos en verdaderos cristianos.
Entonces y ya para volver a retomar nuestros estudios, ¿dispuesto a convertirte en discípulo de Jesucristo? entonces toma tu Biblia y declara: voy a estudiarla, voy a aprenderla pero especialmente voy a cumplir cada uno de sus preceptos, para que mi vida dé los frutos que desea mi Señor, de lo contrario simplemente me convertire en una higuera, y usted ya sabe lo que hizó Jesús con la higuera, si no lo sabe mi amigo, pues mejor comprese su TV y Novelas y a otro asunto. Amén.
Nos vemos y ahora si, les prometo que pronto porque traerémos nuevas y mejores revelaciones para futuros posts, bendiciones y nos vemos muy pronto.
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