¿Me amas? Apacienta mis ovejas

Queridos amigos, nos volvemos a juntar para seguir conversando, ya saben con una taza de café, Starbucks, un pan dulce, sobre todo ahora que aparte de hacer frio, llueve como los buenos, luego de reponerme de la vigilia de hace unos días, bueno la que hice en mi casa y que duro pasadas las 2:30 am, porque la que termino a las 9:00 pm bueno mejor nos olvidamos de ella, y sé que debemos reunirnos para alabar su Santo Nombre, para escuchar lo que Dios ha hecho en medio de su pueblo, asi como también para compartir un plato de comida, ya saben cuando hagan steack o Tbone steack con puré de papas verdaderas, no se olviden de invitarme, llevare mi cuhillo y tenedor, pero también para aprender más acerca de nuestro creador y de las verdades del evangelio de Jesucristo, en fin, seguimos, saben mis amigos, seguí estudiando y vamos a conversar sobre las responsabilidades del pastor, y traera cola, pero bueno quien no la tiene, no se la van a pisar, empecemos, corra por su Biblia, sé que no le gusta que se lo recuerde, pero si no lo hago, como que se va a olvidar totalmente donde la dejo la última vez que la llevo debajo del brazo, fue hace tanto tiempo que ya tiene tela de arañas.

Usted como buen estudiante de la Biblia recordará Juan 21:15-17, cuando Jesús le preguntó a Pedro: ¿me amas?, a lo cual Pedro respondió cada vez: «Sí Señor, tú sabes que te amo». Jesús le dijo: «Apacienta mis ovejas» o en palabras cristianas «Eres un pastor, Pedro, Cuida de mi pueblo». Pastorear para que lo sepan todos, en especial los pastores, involucra alimentar y dirigir el rebaño. Primera de Pedro 5 dice: «Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella». Hechos 20:28 dice: «Mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor», tenemos que cuidarnos unos a otros. 1ra Juan 3:17 dice: «Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?» ¿Cómo puede usted decir que ama a Dios y no interesarse para nada en las personas? Esto mi querido amigo tira por suelo eso de que «abacho y besho» y ya nos queremos todos con el amor de Cristo, no, mis amigos, no es así, si usted dice que tiene el amor de Cristo en su corazón, significa que nos interesan las necesidades de las personas y no para alejarnos y orar por la necesidad, sino para hacer algo para solucionar esa necesidad, (ojo no llamar a otros para que las soluciones) sino usted mi amigo, ya que probablemente Dios este mirando cuál será lo que usted hará en ese caso, ¿fidelidad?, ¿amor? o simplemente seguira su camino. (¿Le recuerda  a algo como el buen Samaritano?). Al relacionarse con los demás, dedique tiempo a saber de sus heridas y necesidades. Si usted mi querido hermano o pastor tiene conocimiento de las necesidades de alguien que se está apartando, minístrele en su necesidad y ayúdele a regresar. Todos debemos participar en el proceso, ahora me detengo un poquitín, mis queridos hermanos ¿qué venimos haciendo por aquellos que llegan a nuestra congregación?, ¿hay algunos pasos a seguir?, he visto como por meses de a poquitos han desfilado personas nuevas, de la misma manera que las he visto desaparecer, (No faltara alguien que seriamente preguntará: ¿y tú qué vienes haciendo?), mi mujer siempre me dice «No empieces, porque te dejan hacer algo y te vas a meter hasta en la cocina» y por ello he evitado hablar mucho, aunque he pedido audiendia, como que me han ignorado «es que soy medio metiche», pero seguimos, sabe mi amigo todos somos ayudantes de Cristo a la hora de hacer la obra, tenemos que involúcrarnos en el cuidado de las ovejas, pero es necesario también, que nos dejen hacerlo, ya que siento como que «Solo Yo» y los demás, «bien gracias, pero no lo intentes» digo esto porque muchas veces nace ese carácter de que «solo yo, hago esto y aquello» y no suelta las riendas de nada por temor a que otros o sean mejores o metan la pata y poco a poco la iglesia de Jescucristo se estanca y no solamente no avanza sino deja de hacer la obra para lo cual fueron llamados cada uno de los miembros, entrando la comodidad, la pasividad y la alegría de pertenecer a una iglesia en donde nada hay que hacer, salvo asistir a algunas reuniones y gritar a una sola voz !Aleluya!.

Aunque eso si debemos darnos cuenta de que muchas veces resulta díficil pastorear a las personas (me lo va a decir a mi). En ocasiones no nos damos cuenta de las necesidades de algunos y los pobres se quedan sin atender y poquito a poquito se alejan de la congregación y a nadie se le ocurre darle una llamada por teléfono o visitarlo. A usted no le rompe el corazón mi querido amigo que alguien por allí reaparezca y diga «Estuve enfermo y nadie me llamó». Algunas o muchas veces hay gente que se queda sin atender y eso debemos de cambiarlo, y quizás solo quizás podríamos decir, «bueno mi hermano somos una iglesia con más de 2,000 miembros, no podemos estar en todas partes», suena lógico, pero si a duras penas pasamos los 80 adultos, como que algo no camina tan bien o medianamente bien como debiera ¿cierto?, ahora vendrá la pregunta del millón de dólares ¿cómo? fácil, el pastor debe preparar a los ujieres para que lo ayuden, para empezar, y segundo, todos debemos estar atentos a quienes ya no nos acompañan en los servicios. Recuerda usted ese pasaje en donde Jesús dice «mis ovejas conocen mi voz y yo las llamo por su nombre» ¿conoce usted por nombre a sus ovejas?, ¿cierto? entonces mi amigo, allí es donde el líderazgo ayuda al pastor, (pero es necesario prepararlos primero, enseñarles la verdad y lo que significa seguir a Jesús, y el costo que cada uno debe de tener en cuenta al tomar una desición por Cristo), el líder de varones, la de mujeres, el de matrimonios, el del grupo de alabanza, el líder de jóvenes, los maestros de niños, los maestros de Biblia, la líder de danza, los líderes de reuniones de hogar o celulas, a orar por su equipo, a enseñarles la Palabra, no me venga que los discípula llevandolos al Great America a que se suban en los caballitos, sino enseñándoles las verdades del evangelio, Jesús nunca los llevó a un parque de diversiones, los preparo durante un tiempo y luego cuando sabía que estaban preparados, los mandó a predicar las buenas nuevas y hasta los demonios huyeron en el nombre de Jesús, pero hoy para ganarnos a los muchachos los llevamos a pasear. En fin no me quiero salir del tema. En Juan, Jesús dijo: «Yo soy el buen pastor» mire lo que hace un pastor: Cuando las ovejas entraban en el redil al final del día, el pastor examinaba a cada oveja a medida que iban entrando bajo la vara que él sostenía atravesada en la entrada al redil. Si veía que alguna estaba herida o lastimada, derramaba aceite en sus heridas. A eso se estaba refiriendo David en el Salmo 23 cuando dijo: «Tu vara y tu cayado me infundirán aliento… unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando» Se espera que el pastor cuida de sus ovejas.

Entonces mis queridos amigos pastores y demás, hay que desarrollar una forma de patorear a todo nuestro pueblo, desde aquel que siempre esta en silencio que es aquel que nunca dice nada acerca de sus necesidades, pero sin embargo hay otros que son demasiado comunicativos que caen en pecado y siempre tienen gente a su alrededor, especialmente los pastores tratando de ayudarlos. No podemos esperar que los líderes de la iglesia hagan todo el trabajo, pero son estos quienes deben dar las pautas y enseñar la verdad en el verdadero amor de Cristo para que toda la congregación este preparada para cuidarse unos a otros. Entonces mis amigos todos debemos ayudar, pero la responsabilidad caerá sobre el pastor porque es este quien apacienta las ovejas y las debe de llevar a ser como Cristo.

Bueno los dejo, mejor seguimos luego, pero eso si, todos somos parte del cuerpo de Cristo y cada uno tiene una función dentro de ese cuerpo, lo único, es una preguntita: ¿estás trabajando en la función que tienes dentro del cuerpo de Cristo? o ¿estás en otra cosa? o simplemente no estas haciendo nada, y te has convertido no en cristiano (que sería lo mejor) sino en espectador, actor de una función de motivación, levanta los brazos, salta y danza, pero al terminar la función solo guarda sus cosas, recoge y se pone su abrigo y se va a comer con la familia, y a regresar la próxima vez a repetir la función, nos vemos y bendiciones. (Lastima que no se cobre la entrada, podríamos pagar todas las deudas).

Usted y yo somos responsables

Que tal, volvemos de un largo día lleno de sol, me fui con el menor de mis hijos al Denny’s, pidió su hamburguesa con queso, papitas fritas, uvas, sausage, bacón y su Coca Cola y eso que no tenía hambre, estaba inapetente, pero bueno pasamos un buen momento, yo pedí solamente mi Coca Cola con mucho hielo ya que Denny’s no me gusta, siempre termino peleandome con el cocinero, porque la carne nunca me la cocinan como es debido y al final esta dura como una tabla y al morderla ya perdí algunos dientes en el proceso, por lo que tome mi iPad y me puse a leer mientras mi hijo terminaba sus alimentos, de regreso, seguimos estudiando, en medio de la Biblia, algunos libros buenos que hablan totalmente sobre la Biblia, sin filosofías ni psicoanálisis freudiano y con algunos comentarios bíblicos para fundamentar lo que leo y tratando de asumir responsabilidades como lo escrito en el presente post.

«Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos» (Salmo 51:4)

Si quiere pecar cada vez menos y tener un mayor desarrollo espiritual en su vida, debe aceptar su responsabilidad. No le eche la culpa a sus circunstancias, a su cónyuje, a su novio o a su novia, a su jefe, a sus empelados o a su pastor o a los miembros de la iglesia que pastorea. Ni siquiera le eche la culpa a Satanás. Su pecado es culpa suya. Sin duda que el sistema del mundo puede contribuir al problema, pero el pecado ocurre en definitiva como un acto de la voluntad; y usted es responsable de eso.

Tal vez uno de los mejores ejemplos de alguien que aprendió a aceptar su responsabilidad sea el del hijo pródigo. Cuando volvió a casa con su amoroso padre, dijo: «Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo» (Lucas 15:21). Estuvo incluso dispuesto a que se le tratara como a un modesto jornalero porque sabía que no merecía nada (v. 19). Esa es la actitud correcta de alguien que confiesa su pecado.

No es como sucede en la actualidad, que viven como les dá su Gadarena gana, hacen de todo, y luego llegan a la iglesia y ordenan su milagro, le cuentan hasta tres al Espíritu Santo para que les de sus tres deseos, declaran, decretan y todos felices y los líderes muchas veces son los que fomentan con sus enseñanzas de que como eres hijo del rey, debes vivir como un rey, cuenta bancaria grande, casa grande, carro grande y también pecado grande, no hay lo que veíamos en los versículos anteriores, «No soy digo, he pecado contra Ti», arrepentimiento, y saber que solo por gracia somos perdonados y por el gran amor que nos tiene el Padre podemos llegar ante los pies de su trono y alabar su Santo nombre.

Nos vemos mis amigos, les dejo una alabanza de nuestro grupo de alabanza y el grupo de danza.

Nos seguimos comunicando, invite a visitar el blog y no se aleje mucho, estamos estudiando sobre todo ahora que tenemos un poco de tiempo, luego ya a partir de Agosto entre el trabajo, la escuela de los chicos, los estudios, tendremos menos tiempo, por ello, estamos preparando artículos para esos tiempos de correrías, bendiciones.

Efesios, y nuestra época

Queridos amigos y hermanos que nos visitan y que juntos hoy, vamos a entrar a hacer una introducción al libro de los Efesios, sabe los grandes esfuerzos que se han hecho para mejorar la condición de maldad que se vivía en tiempo en que Pablo escribió en Libro a los Efesios no ha cambiado, todo ha sido en vano. La humanidad se hallaba «sin esperanza». Esa misma perversidad a más del pesimismo es la que prevalece en nuestro siglo. Hoy día también, se multiplican los esfuerzos para erradicar el crimen y para mejorar el medio ambiente del hombre. Entre los medios seleccionados para este fin hallamos los siguientes: eliminación de los barrios bajos, mejores viviendas, ampliación de parques y lugares de recreo, escala de sueldo mínimo más alta, reentrenamiento de obreros, rehabilitación de los educables que hayan abandonado sus estudios, ayuda psiquiátrica para los que tienen problemas de autoaceptación. Hay quienes demandan mejor legislación. Otros enfatizan la necesidad de medidas más energicas para hacer cumplir las leyes o bien establece normas para no favorecer más a los criminales a expensasn de la sociedad. Otro es el falso concepto acerca de la necesidad básica del hombre. Tal necesidad es nada menos que la remoción de la culpa por la cual él, siendo por naturales un hijo de ira, se halla angustiado. Lo que necesita es algo más que la rehabilitación laboral. Su necesidad es la reconciliación con Dios. Efesios anuncia que tan bendición ha sido provista para todos los creyentes verdaderos por medio de la muerte expiatoria del mismo Hijo de Dios. La motivación de este supremo sacrificio fue «su gran amor».

Otra de las falacias que está implicada en el modo de afrontar el problema de cómo aliviar al hombre de su miseria es la noción de que la felicidad puede conseguirse por medios que operan de afuera hacia adentro. Se dice, «mejórese el medio ambiente y será mejorada la condición interna del hombre. Pero la condición interna del hombre es tal que no ofrece esperanza alguna para el éxito de este método. Esta muerto a causa de sus trangresiones y pecados. Fuera de Cristo vive «en las concupiscencias de la carne y de sus razonamientos». Para salvarles en necesario un acto de Dios. La remoción de la culpa de su pecado no es suficiente. El pecado mismo, el impulso de hacer lo que es contrario a la santa ley de Dios, es lo que tiene que ser eliminado. Dentro del corazón del hombre ha de tener lugar una obra poderosa, para que, como resultado, el hombre, habiendo sido renovado básicamente y gradualmente transformado por el Espíritu Santo, pueda ahora, en consecuencia, comenzar desde adentro hacía afuera sobre su medio ambiente, exigiendo que todo funcione para el Rey. Esta obra regeneradora y transformadora del Espíritu Santo, obtenida por la muerte de Cristo, se halla maravillosamente descrita en Efesios. Aquellos que por naturaleza se hallan muertos.

Ahora bien, nada de esto anula en forma alguna la responsabilidad humana. Al contrario, más bien aumenta el sentido de la obligación del hombre hacía su benefactor para dedicarle su vida. El creyente, objeto del amor soberano de Dios se siente en deuda con su Salvador y Señor. Ama en respuesta al amor recibido. Además, es lógico que, siendo atraído hacía Dios, quien sea objeto de la gracia divina sea por este mismo proceso atraído hacia sus hermanos y hermanas en el Señor. Es así como judíos y gentiles, reconciliados con Dios, se reconcilian también entre si. Habiendo amanecido un nuevo día sobre los que se han rendido a Cristo y a la influencia de su Espíritu, sigue como consecuencia que estos hijos de luz dan a conocer por medio de sus vidas los frutos de la luz: bondad, justicia, verdad. La virtud nacida del Espíritu, expulsa toda clase de vicios, según se habla en Efesios entre el capítulo 5 y 6. He aquí entonces la verdadera solución contra la repugnante maldad que caracterizó tanto a la época de Pablo como también a nuestro siglo. Es Dios mismo que «en Cristo» ha provisto este camino para salir de las tinieblas y del pesimismo. Es tarea de la iglesia «hacer que todos los hombres vean» que está es la única siolución. La iglesia canta la verdad en amor. Su vida diaria es de hecho un andar en amor, por cuanto imita al Dios de amor. Así, férreamente unida, presenta un desafio a Satanás y todas sus huestes, y con este propósito hace uso de las armas provistas por Dios mismo.

La obra de la iglesia jamás es en vano, por cuanto no es producto de la mente del hombre sino de la soberana gracia de Dios. Pablo expone algunos detalles sobre su fundamento eterno, propósito universal, elevado ideal, unidad, y crecimiento orgánicos, gloriosa renovación, y armadura eficaz. Es una iglesia que existe con el fin de servir como agente para la salvación de los hombres para la gloia del Dios trino, uniéndose en alabanza las potestades y autoriades en los lugares celestiales,  mientras observan, la sabiduría de Dios reflejada en su obra maestra, la iglesia. Tomado del Comentario Bíblico de «William Hendriksen, Efesios».

Hermano si le das una leída a Efesios, encontraras, que todo lo escrito aquí, viene de ese libro, seguiremos luego versículo a versículo desarrollando los estudios, pero no se aparte de su Biblia y empiece a leerla, Efesios, Romanos, Mateo y algunos pensamientos que nunca faltaran, usted seguirá encontrandolos en este su blog, invite, pase la voz, si se congrega en alguna iglesia, invitélos a visitarnos, se lo agradeceremos, bendiciones y seguimos en contacto, aún no hay respuesta (ni creó que la abrá, pero soy terco y esperanzado) de aquellos que quieren estudiar la Biblia, en especial, líderes de nuestra iglesia.