Mis queridos amigos, ya estamos saliendo de la Navidad, y estamos por celebrar la llegada del nuevo año, salimos de una y entramos en otra celebración, luego vienen los Reyes Magos y buscaremos alguna fecha más para la celebración, en fin asi somos, espero solamente que entre los cristianos haya sido un poco diferente, bueno si me sigue por Facebook (Victor Perez y saldrá la carita que ves al costado) se dará cuenta de por donde hemos
venido caminando los últimos días, desde antes de la navidad, aparte podremos comunicarnos y por la red estar en contacto y seguir creciendo en el conocimiento de nuestro creador. Hoy vamos a darle una mirada a una palabra que de acuerdo a lo que venimos viendo y escuchando por aquí y por allá, en los noticieros, entre los artistas, entre los políticos, entre tanta gente que camina por allí, vemos como con el paso del tiempo se han venido perdiendo ciertos valores que timidamente primero, luego en forma de tormenta ha venido ingresando a las congregaciones cristianas hasta que hemos llegado a aceptar la falta de integridad como algo natural, por ello hoy vamos a tomar esa palabrita, para saber qué dice la Biblia con respecto a la integridad, tome su Biblia, corra por un Starbucks, un pan caliente, yo me he preparado un pan con palta (avocado o aguacate, como lo llame usted) su salcita, y vamonos a sentarnos para conversar y darnos cuenta y corregir si venimos caminando equivocadamente. Y como ocurrre todos los años que este 2013 sea un año en que verdaderamente empiece nuestro compromiso con Dios y la obra que nos ha encomendado.
Estaba estudiando y en uno de los libros que cayó entre mis manos decía o hacía una afirmación «Todo hombre tiene su precio», me imagino que usted la ha escuchado o inclusive ha mirado por allí que esta frase se ha hecho verdad, pero ¿usted se ha hecho está pregunta?, ¿tengo yo un precio? para cambiar mis convicciones. ¿Todos tenemos ciertos valores o normas para nuestra vida y acciones, pero estas son válidas siempre y cuando esto no perjudique nuestro futuro, nuestros sueños y ambiciones?, ¿podríamos incluso llegar a pensar que por ambiciones personales podríamos dejar de creer lo que hasta hoy declaramos como que es la luz de nuestra existencia?. ¿usted qué cree?
Usted no se ha dado cuenta de que en la iglesia de hoy hay una falta de hombres y mujeres que se aferren a sus convicciones, hace un par de milenios, hombres y mujeres eran hechados a los leones por decir que eran seguidores de Cristo y que no cambiarían por nada esa creencia, jovenes, mujeres, niños, adolescentes, hombres adultos y ancianos, uno tras otro, sus cuerpos eran desgarrados por fieras salvajes, pero sus convicciones no eran destruidas por el poder romano, pero hoy deseo que usted y yo caminemos un poco por esas calles de la falta de integridad.
Muchas personas dicen creer en la Biblia, pero por un lado no la conocen ni se toman el tiempo para escudriñarla, y encima asisten a congregaciones en donde la Biblia es el último libro que se enseña, prefiriendo seguir métodos y libros escritos por los hombres que solo mueven nuestros sentimientos y no nos llevan de la mano al conocimiento del creador. Usted me imagino que ha visto que dentro de los cristianos luchamos para que la deshonestidad y la corrupción sean eliminadas de nuestra sociedad, siempre y cuando esto no nos afecte directamente y podamos perder hasta nuestro empleo, y nos hacemos de la vista gorda (miramos hacía un costado) para que no seamos ni señalados ni mucho menos perjudicados por permitir ciertas consesiones.
Sabe o ha visto que muchas personas mantienen sus convicciones solo hasta que ésta es desafiada por alguien a quien admiran o temen, que puede ser un pastor, maestro, amigo o familiar. Todas estas conseciones y otras más no son excepciones, sino que muchas veces se han convertido en la regla de nuestro diario vivir. Pero sabe no piense que este es un problema de hoy ni mucho menos, si usted con detenimiento busca en la Biblia encontrará hombres y mujeres que comprometieron sus convicciones, vayamos a ver algunos de ellos.
Adán recordará usted que pecó al igual que su esposa y perdió el paraiso (si da una caminada por Génesis lo encontrará), se dejó engañar por lo que le ofrecieron. Abraham comprometió la verdad, recordará que casi pierde a su esposa por mentir, a causa según lo escrito del miedo, cambio sus convicciones (Génesis 12). La misma Sara comprometió la Palabra de Dios, por enviar a Agar a que tuviera relaciones con Abraham, quien concibio a Ismael y hata hoy estamos en guerra, (Génesis 16)
Saúl desobedecio a Dios, al no matar a los animales de su enemigo y perdió su reino (1 Samuel 15), David cometió adulterio con Betsabé, asesinó a Urias y perdió a su hijo, cláudico a sus creencias y convicciones de honestidad (2 Samuel 11). Ananías y Safira, mintieron al Espíritu Santo y perdieron sus vidas (Hechos 5).
Deseo que usted mire estos ejemplos y busque otros en su Biblia, le aseguro que hay muchos, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, todas estas personas cambiaron sus convicciones por cosas temporales y materiales, dejando de lado a Dios y las promesas eternas, fijese también en estos casos que dejaron de lado la Palabra de Dios, que es una rebelión contra Dios, lo cual nos hace pensar de que nosotros somos mejores que Dios, no se si usted se ha dado cuenta, muchas veces leemos la Biblia, entendemos el mensaje para nuestras vidas, y al final la respuesta es la misma, «es verdad, pero yo creo que….» y dejamos la Palabra por pensamientos humanos que nada tienen que ver con el Reino, solamente que se encuentran en total oposición a lo que nosotros venimos haciendo, creemos que servir al Señor es llegar el domingo a la congregación, cantar, danzar, decir que el mensaje tenía fuego y volver luego a nuestra rutina diaria, la Palabra debe no solamente hacernos pensar, (recuerda: meditaras en ella, de día y noche), sino meditar en comparación con nuestra vida y cambiar o actuar, el arrepentimiento y la fe debe producir un fruto, ¿cuál es el fruto que hoy ofreces al Señor?.
No se si usted se ha dado cuenta, pero esto es el común denominador en que se encuentran muchas congregaciones de área y del mundo, incluso en aquellas que antiguamente se predicaba la buena palabra y que eran genuinamente evangelicas, en donde muchas de ellas la Biblia era la norma divina en cuanto a creencia y estilo de vida, pero hoy la Biblia pasa a segundo plano y aunque se declara y visualiza, se le ha quitado el lugar para ser ocupado por métodos, libros, que nada tienen que ver con el creador, pero que por el mensaje emocional que entregan, se les da el reconocimiento que cambain las vidas. Muchas veces por ello las Escrituras son reinterpretadas a gusto del cliente o del líder y conveniencia del momento en que la congregación se encuentra, la experiencia es más importante que la fe, aunque esta sea predicada cada domingo, la obediencia a la verdad bíblica es confrontada cada reunión con las experiencias sobrenaturales que vienen pasando los hermanos, creyendo que solamente Dios esta hoy trabajando para satisfacer todas nuestras necesidades, deseos materiales, y corremos detras de aquellos que por una ofrenda nos entregan los milagros de Dios. La verdad de hoy es que la gente se satisface recibiendo verdades no bíblicas pero que satisfacen y elevan su nivel de comodidad y que hace que ignoren o justifiquen sus pecados, Dios perdona todo, el arrepentimiento son como las lágrimas de cocodrilo, con tal de que lleves tu dieazmo al alfolí, todo se te acepta y todo se te disculpa y se te perdona, porque Dios es amor. Mis hermanos vivimos engañados creyendo que es así de fácil, recuerda Dios envió a su Hijo, envió a Jesús a morir por el perdón de nuestros pecado (si, por los tuyos y los mios), pero nosotros que nos creemos mejores que Jesús, simplemente los hacemos a un lado y por asistir, ofrendar, repetir una oración, bañarnos, ya somos los elejidos de Jehová que nos merecemos todo, y cuando alguien habla de compromiso, decimos que somos visitantes, pero cuando tenemos necesidad, venimos a exigir nuestro milagro porque somos hijos del Rey.
Actualmente las congregaciones están llenas de bebes espirituales o enanos espirituales, jamás, a pesar de estar años en las congregaciones, no han crecido en el conocimiento de Cristo, una razón, porque el lugar en donde deben aprender, no conocen la verdad de Dios escrita en la Biblia y por otro lado muy pocos son aquellos que quieren llegar a la estatura del varon perfectpo. ¿porqué digo que siguen siendo bebes espirituales?, porque por años y a pesar de los años, siguen corriendo detrás de métodos, de libros, de programas escritos por hombre (algunos con buenas intenciones) pero hombres, inteligentes, pero que no se acercan a lo escrito por la propia mano de Dios, por eso los cristianos son presa de doctrinas, métodos y sobre todo vive de las experiencias hasta ocultistas que sacan los pastores y maestros en sus congregaciones, como el trapito sanador, los clavos de Cristo, polvo de oro que cae del cielo, el agua bendita, y empezamos a llevar a los hermanitos por caminos del humanismo, ocultismo y hasta del satanismo, pero lo mas triste es que creyentes inmaduros de la iglesia estén entre sus maestros y líderes que en vez de llevar a su congregación a pastos verdes, los hacen caminar por lugares de sombras.
Recueda usted a Pablo que le dice a los ancianos de Efeso «Yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño; y de entre vosotros mismos se levantarán hombres que hablarán cosas perversas para arrastrar tras de sí a los discípulos» (Hechos 20:29-30), Los líderes soñolientos, dormilones (busque en Jeremías, se lo dejo de tarea), no se darán cuenta cuando viene el lobo y serán responsables ante Dios de la destrucción del rebaño del creador, pero mi amigo, el pueblo de Dios tiene parte de culpa, aquellos que han sido fortalecidos y han crecido en el conocimiento de la Palabra de Dios, son capaces de discernir y ver el error, y tiene el deber, por su propio bienestar espiritual, de asegurarse de que sus lideres estén a la altura de las normas de las Escrituras. Todos somos guardianes de la verdad, pero para ello debemos ser conocedores y hacedores de la verdad.
Entonces y ya para acabar, mis hermanos, la integridad en una palabra que debe empezar a hacerse realidad en nuestra vida, jamás cambiar nuestras convicciones, conocer la Palabra de Dios, predicarla a tiempo y fuera de tiempo, vivirla en todo momento, resistir al diablo y huirá de vosotros, todo con la Palabra, porque «escrito está». Bendiciones y nos vemos pronto.
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