Si mis amigos, y esto lo digo con tristeza, con dolor, yo sé que todos somos pecadores, que nos arrepentimos y probablemente volvemos a pecar, pero la cuestión, es que en nuestro interior existe la envidia, amargura, contienda, escuche a una amiga, «si los cristianos son asi, prefiero quedarme como soy» y es cierto, porque muchas veces por creernos cristianos, pensamos que nos merecemos todo, como somos hijos del Rey, tenemos derecho a todo, incluyendo mentir, engañar, hablar mal, pero sobre todo levantar falsos e inventar mentiras, con el único fin de perjudicar, pero mis amigos, esto es una verdadera mentira, lo más probable es que no sea hijo ni hija, hasta entenadas, pero nada más, hace unos días, me comentaban la forma en que los cristianos se comportan, tratando de engañar a la gente, de coaccionar con respecto a lo que otras personas deben de ser, pensar y comprar, las palabras, actitud que tienen, demuestran que de cristianos dejan mucho que desear, y eso es lo más triste, primero porque la gente es lo que primero mira, si, a personas que tienen otra religion, son las que estan bajo la mira, y la lupa, el más pequeño detalle, será para que te pongan en el cadalzo y bueno allí si tratan de señalar a otros que cometen un error, como me decia una señora (es un decir), que era una cabrona, que no asistía a la iglesia, pero que yo no era nadie para hablar y enseñar de religión, como contestarle, si como yo siempre pienso, cuando inteligentemente no podemos exponer lo que pensamos o creemos, porque no existen argumentos en nuestro vivir que puedan demostrar que mis afirmaciones son valederas, empezamos a gritar, cuando las ideas, creencias, se demuestran con el testimonio diario de nuestras propias vidas, pero si no puedes, cuando no hay argumentos, es cuando demuestras lo pobre que es tu creencia y lo imposible que es tu demostración, y lo pequeño que es tu Dios, es cuando los 10 mandamientos es para que lo hagan los demás, pero yo no que soy muy cabrona, en vez de callarse, agachar la cabeza, sentir verguenza de que a pesar de que han pasado muchos años de vivir, no hemos logrado salir de la mediocridad cultural en que vivimos, y aprender, lo malo es que este es el diario vivir de mucha gente, y el común denominador de aquel que por que cree que nació en un lugar en donde existía una creencia (que aún no entiende, mucho menos conoce, llegando a creer que Charlos Heston es Moises y hasta la fecha le da las gracias por haberlos sacado de Egipto) (bueno es broma, pero de que las hay, las hay, sino empiece a preguntar y se dará cuenta), entonces, yo tengo un dicho que lo aprendi en mi caminar diario: «porque usted se mete en un garage ¿se convierte en carro?» NO, bueno porque dice que es católico, ¿el cielo es su próxima casa? igualmente NO.
Pero continuemos, estabamos hablando de aquellos que se dicen cristianos, pero se comportan peor que el más recalcitrante pecador, es que en los últimos tiempos, casi 2,000 años se ha venido infiltrando en la iglesia una serie de enseñanzas que han venido cambiando el verdadero pensamiento de Dios, ¿Cómo así? si tiene tiempo, un café, deseos de saber, bueno sientese porque parado se nos puede caer y este listo y abiertos sus ojos, asi como su entendimiento, quizás y solo quizás, lo haga pensar. «Pide y se os dará, tocad y se os abrirá» y pedimos como buenos porque nos dicen que debemos pedir que Dios nos escucha, que debemos de tocar las puertas que todas deben de estar abiertas porque Dios proteje y cuida y bendice y sobreabunda a sus hijos, wow, wow, y otro wow, y nosotros incautos (y no es un inca con auto) nos la creemos y luego de tener una vida de mentiras, engaños, y demás, queremos que se nos de lo que pedimos, y se nos abra las puertas de lo cielos, no solo las ventanas y recibamos a manos llenas las bendiciones, y si son en metalico o papel verde moneda especialmente los de 100, es mejor y allí aparecen los pastores, evangelistas, maestros y otros que nos dicen hay un impío juntando dinero para ti que eres un hijos del Rey, bueno será hijo de… alguien, pero del Rey nunca, pero engañamos y nosotros nos la creemos, porque nos conviene y empezamos a comportarnos tan cretinamente, que como entre bueyes no hay cornadas, entre cretinos no nos damos cuenta de lo que verdaderamente somos.
Conozco una señora, que dice tener una religión y discute, afirma, sale los sabados y fiestas de guardar, a evangelizar, la conoci una vez que me invitaron a su templo, bueno no celebra cumpleaños, porque no son de Dios, pero si se va de parranda de vez en cuando porque si es de Dios, que sigue los mandamientos, pero creo que los sigue a KMart o al mercado, porque miente como ella sola, maldice como las buenas, acuchilla por la espalda que es un contento, como por ejemplo hace unos días le preguntaron sobre el comportamiento de otra señora y mi amiga, se explayo en decir lo bueno que era, lo acomedida, lo servicial, lo humana, lo humilde, yo entre mi pensaba, ¿de quién esta hablando? esa persona no es asi, entonces la mentira, los engaños, las tramas, y los dramas, nos decimos que seguimos a Dios, que somos hijos del Rey, que vivimos una vida de humildad haciendo el bien sin mirar a quien. Mentiras.
Por eso dice la gente «Si son asi, yo no quiero ser cristiano», Si usted quiere serlo, le mando a mi amiga, pero si desea saber más, encontrar la verdad, y ser un hombre o mujer verdaderos, consigase una Biblia y haga lo que dice allí, lo demás, es lo de menos.
Punto final y antes de acabar, No se si usted vio la pelicula «Buscando al soldado Ryan» Eran tres soldados (ojo tres soldados, no tres cerditos, ese es otro cuento) bueno eran tres hermanos en la segunda guerra mundial, dos de ellos murieron en el fragor de la guerra, y el Comando decidio, sacar al tercer hermano, y mandaron a un pelotón a buscar donde estaba, pasaron de todo hasta que lo encontraron, pero todos murieron en el intento de encontrarlo y llevarlo fuera de la guerra. Al final de la película, el soldado Ryan se acerca a una tumba de uno de los hombres que lo encontro y lo devolvio a su madre, ya anciano, de caminar pausado, el hombre se dirige a la tumba y temblando, llorando, lleno de dudas, le pregunta a su mujer: «¿he sido un buen hombre, para que la muerte de estos hombres haya valido la pena?», ahora yo le hago esta pregunta «¿valio la pena, de que Jesus muriera por usted, asi como es usted, un cristiano?, respuestas, solo entre usted y el creador, pero ojo, su familia si lo sabe, mirelos a los ojos y pregunteles ¿soy un buen hombre?, ¿soy una buena mujer?, se sorprendera. Nos vemos.