Jovenes dirigiendo el servicio del domingo

Bueno queridos hermanos hoy les traigo una canción de adoración, del domingo 19 de Agosto, la alabanza fue realizada por los jovenes de la congregación en donde me vengo reuniendo «Manantial de Vida», que todos podamos adorar y bendecir su Santo nombre, fue su primer domingo, definitivamente vendrán muchos más.

Bendiciones, que nuestros jovenes, busquen de Dios, que lleguen a entender que el subir al altar es una gran responsabilidad y es la respuesta a un tiempo de busqueda y entrega al creador, en donde se convierten en siervos de Jesucristo, por ser aquellos los llamados a elevar sus canticos y música en adoración a aquel que nos ha dado la vida eterna, recuerden siempre a mayor responsabilidad, mayor entrega y mayor juicio. Bendiciones y seguimos

Los guías espirituales

Queridos amigos, volvimos, terminando el desayuno con mi menor hijo, por su cumpleaños seguimos a un servicio online, y regresamos a subirles un pensamiento del pastor Macarthur y seguir subiendo música de nuestro servicio de alabanza de domingos anteriores, que también este y otros más pueden verlos en youtube, pero empecemos, tenemos poquito tiempo porque en un rato nos dirigiremos a nuestra congregación para el servicio de las 2 de la tarde y grabar la alabanza y adoración, bueno seguimos y nos comunicamos.

«Mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis de nosotros» (Filipenses 3:17)

Los guías espirituales son esenciales para la iglesia porque necesitamos ver, vivir el cristianismo delante de nosotros. Pablo le dijo a Timoteo: «Sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza» (1 Timoteo 4:12). Un guía espiritual debe llevar una vida ejemplar porque pueden ver la perfección en Cristo y pueden leer acerca de Pablo, pero también necesitan a alguien a quien puedan observar y con quien puedan hablar. Necesitan ver la virtud, la humildad, el servicio altruista, la disposición a sufrir, la devoción a Cristo, el valor y el crecimiento espiritual en la vida de alguien cerca de ellas.

Una gran carga en mi corazón es que los pastores y ancianos de todas las iglesias sean el tipo de ejemplos que Dios les ordena que sean. Es muy importante enseñar la verdad, pero es igualmente importante que esa verdad sea apuntalada por una vida virtuosa. ¿empezamos o continuamos?. (A cambiar nuestra vida, ojo).

Por ello mi amigo dude de esos pastores que llegan a usted con la frase «No me miren a mi, que soy pecador, pongan sus ojos en Cristo» suena piadoso y hasta humildoso, pero mis amigos, Pablo aquí nos dice que los pastores deben ser ejemplos a seguir y que su vida debe ser tomado muy en cuenta, porque ellos darán cuentas de lo que enseñan a la grey. !Hay mamá! que tal responsabilidad. Bueno aquí nos quedamos, les dejo una canción de nuestro grupo de alabanza y danza, nos vemos a la noche, para seguir aprendiendo.

Nos vemos, bendiciones, y que todo siga bien, pero recuerde: su Biblia no sale de vacaciones, ni se va de viaje, debe estar siempre entre tus manos y en tu corazón.

Entrega – Servicio – Adoración

Bueno queridos amigos, seguimos con dos estudios pequeñitos, tan solo como una introducción a lo que viene y para hacernos pensar y decidir en la forma de servir y adorar al Señor.

«Testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu» (Romanos 1:9)

En la actualidad, empleamos la palabra espíritu de la misma manera que el apóstol Pablo la empleó en el versículo que leímos, pudiéramos observar a un deportista que juega muy bien y entonces comentar que mostró un espíritu fogoso, que significa que todo su ser estaba participando en su esfuerzo. Esta es la forma en la que Pablo servía al Señor.

Pablo nunca sirvió al Señor sin una entrega sincera. Al hacerlo así, se distinguió de los mercenarios, cuyo trabajo era externo y no sincero (Juan 10:11-13). Así que sea como Pablo, y haga un esfuerzo sincero en su servicio a Dios.

Les dejo un canto de adoración, para que usted tome unos momentos y se ponga a pensar, ¿cuál es la forma en que vengo (usted) sirviendo a Dios?, si verdaderamente lo esta haciendo en espíritu o simplemente por cumplir y no dando todo su ser en el servicio a Dios, luego de nuestro canto de adoración seguimos con otro pequeño pensamiento.

«Que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional» (Romanos 12:1)

Cuando muchos piensan en la adoración, se imaginan los vitrales de una iglesia y los inmensos órganos. Pero en la Biblia, la misma palabra que se emplea para describir la adoración también significa servicio.

La mayor adoración que puede rendírsele a Dios es servirle. Para Pablo, el servicio significaba una entrega absoluta. Pablo escribió a Timoteo «Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia» (2 Timoteo 1:3). Pablo estaba diciendo que se podía mirar en lo más íntimo de su ser y ver que servía a Dios con todo su ser. El servicio de Pablo era un acto de adoración. Era profundo, genuino y sincerio. Esa es la verdadera medida de la genuina espiritualidad. La única forma de servir a Dios es con una entrega absoluta.

Bueno mis queridos hermanos, los dejo aquí, ingrese a su lugar secreto y a solas con Dios, hagáse la pregunta ¿mi servicio a Dios, es verdaderamente genuino? y sigamos, debemos seguir sirviendo al Señor con todo nuesto ser, con todo nuestro corazón, entendiendo a quien servimos, pero en forma genuina, solo por amor y sin ningún interés, no por el milagro, no por el nombre, solo por saber de que es el creador de nuestras vidas y de que ha perdonado todos nuestros pecados y que ya no vivimos nosotros sino Cristo en nosotros.

Bendiciones y nos vemos pronto, en unas horas más.

La presión del ministerio – Una obligación con Dios

Seguimos queridos amigos, hoy nuevamente volveremos a hacer los comentarios para hacernos pensar, es necesario que de cuando en cuando y mejor cada día podamos ponernos a pensar en lo que venimos haciendo y en la actitud que tomamos con respecto a nuestro caminar, en los próximos posts, seguiremos hablando del perdón y de lo que Dios quiere para su iglesia, asi como empezaremos un estudio profundo de las Escrituras en el libro de Romanos, espero contar con el compromiso de su asistencia. He venido observando que en las congregaciones de hoy, en muchas de ellas su principal preocupación son los estudios o predicas con respecto a las bendiciones, la prosperidad, el bienestar personal, de que Dios te quiere bendecir, de que pide y se te dará o toca y se te abrirá, sin darnos cuenta de que la cosa va por otro lado, muchos dicen que ores para que Dios te conceda las peticiones de tu corazón, como si Dios fuese el genio de la lampara y que con solo frotarla te dará tus tres deseos, no, mis hermanos, no es así, dice la frase completa, «deleitate en Jehová y El concederá todas las peticiones de tu corazón», entonces deleitate en Jehová es la clave, pero eso no significa que brinques, des saltitos, remolinees, o levantes los brazos y cantes, NO y mil veces no, el deleitarse no es estar feliz, ni contento ni siquiera dando de brincos en la congregación en medio de la alabanza, esto es algo mucho más espiritual, es deleitarse en su Palabra, hacer su voluntad o sea en otras palabras «vivir para y por Cristo» que es lo que verdaderamente trae el gozo a tu vida, luego viene el resto, eso es lo que pronto vamos a empezar a estudiar, por lo que preparese, ya viene lo bueno, y sobre todo lo que se necesita en la iglesia de hoy, para convertirnos verdaderamente en cristianos. Pero por lo pronto aqui les dejamos unos pensamientos.

LA PRESION DEL MINISTERIO

«El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero» (2 Timoteo 2:6)

Una persona que sirve de todo corazón estará contenta solamente con el fruto espiritual. Pero algunas solo estarán contentas con prestigio, aceptación o dinero.

En el pasado, Satanás ha tratado de poner ese pensamiento en mi mente. A veces ha tratado de ponerme a dudar de por qué me interesan las personas a quienes sirvo. Su propósito es asegurarme en el conocimiento de que soy salvo y voy al cielo, que se me paga bien en un buen trabajo con mucha seguridad. Pero esa es una mentira de Satanás.

Es fácil dejar que Sataná lo presione a uno hasta conformarse con menos de lo mejor de Dios. Cuando Satanás pone pensamientos como esos en mi cabeza, mi reacción es: No estoy contento con que se me tome en cuenta o se me aprecie. Lo que importa es llevar fruto. Haga del fruto espiritual el enfoque de su ministerio.

UNA OBLIGACION CON DIOS

«A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor» (Romanos 1:14)

Un joven me preguntó una vez qué me movtiva a estudiar semana tras semana. Le dije que a veces los pasajes bíblicos son tan estimulantes que no puedo esperar a que llegue el domingo para predicar. Pero luego hay otras veces en las que lucho contra las prioridades que desplazan mi tiempo de estudio, y entonces mi ministerio no parece tan emocionante. Tengo en realidad que abrirme paso a través de esos tiempos porque sé que tengo una deuda con Dios.

¿Qué sucede si veo que hay una casa incendiada, y las personas que están dentro no saben lo que está ocurriendo? No puedo pararme en la esquina y preguntarme si vale la pena que se salven. Como tienen necesidad y yo tengo la información que puede salvarlos, estoy obligado con ellos.

Si usted participa en el servicio cristiano solo cuando le gusta hacerlo, no ha aprendido la clase de servicio que Pablo escribió en el versículo que vemos. Cuando se enfrenta a un tiempo difícil en el servicio a las personas, a veces de lo único que puede depender es de su obligación con Dios.

Bueno mis queridos amigos, aquí nos quedamos, aún hay más tinta en el tintero por lo cual nos vemos muy pronto, siga con nosotros, bendiciones.

La nube de Tu presencia, adoración

Bueno un video más, aquí les dejo una alabanza  del servicio de la congregación «Manantial de vida» del domingo Junio 10 del 2012, La nube de Tu presencia, que pueda ayudarle a alabar al creador de todo. Bendiciones.

Disfrutelo y nos seguimos comunicando.

La importancia de la verdad/Verdadero servicio

LA IMPORTANCIA DE LA VERDAD

«Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros» (Efesios 4:25)

¿Por qué es tan importante decir la verdad? Porque somos miembros los unos de los otros. Cuando no decimos la verdad entre nosotros, dañamos nuestra comunión. Por ejemplo, ¿qué sucedería si el cerebro le dijera que lo frío es caliente y lo caliente es frío? Cuando se bañara, !moriría congelado o se cocería en agua hirviendo! Si su ojo decidiera enviar falsas señales a su cerebro, una peligrosa curva de la carretera parecierda ser una recta, y se estrellaría. Dependemos de la sinceridad del sistema nervioso y de cada órgano del cuerpo.

El cuerpo de Cristo no puede funcionar con menos exactitud que eso. No podemos ocultar la verdad a los demás y esperar que la iglesia funcione debidamente. ¿Cómo podemos servirnos los unos a los otros, llevar las cargas los unos de los otros, cuidarnos mutuamente, amarnos, edificarnos, enseñarnos y orar los unos por los otros si no sabemos lo que está ocurriendo en la vida de los demás? Así que sea sincero, «siguiendo la verdad en amor» (Efesios 4:15).

VERDADERO SERVICIO

«Sirviendo al Señor» (Romanos 12:11)

Todo lo que usted haga en la vida cristiana debe ser compatible con la Palabra de Dios y verdaderamente en su servicio y para su gloria. En Romanos 12:11, la palabra que Pablo empleó para describir el servicio cristiano se refiere al servicio de un esclavo, cuya única tarea era llevar a la práctica la voluntad de su amo. Así es como usted debe servir a Dios: como siervo de Jesucristo.

Pero no puede servir al Señor con sus propias fuerzas, así como no pudo ir a El por su propio poder y voluntad. El poder de servir a Cristo viene de Dios. «Para lo cual también trabajo», dijo Pablo, «luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí» (Colosenses 1:29).

 

John Macarthur – «La verdad para hoy»

A punto de tirar la toalla

Bueno queridos amigos y hermanos en Cristo, y visitantes que espero que vuelvan a darse una vuelta por aquí. Les transcribo una carta que recibio el pastor John Macarthur y que muestra muchas cosas que en nuestras iglesias se ve a menudo, seguramente usted pastor o lider de alguna congregación, estara familiarizado con este asunto, al final daremos nuestra impresión.

Una vez recibí una carta de un joven pastor que estaba pensando en dejar el ministerio, y lo que decía me rompió el corazón. Esto es lo que él esribió:

Permítame explicarle algo que me tiene preocupado y que todavía no he podido corregir, y que me esta llevando a pensar en dejar el ministerio. Quizás el Señor quiera usar sus conocmientos para darme a mi algo de luz.

Creo firmemente que el liderazgo de la iglesia debiera ser lo mejor de lo mejor, no solo en sus vidas espirituales personales, sino también en ejemplo para los que dirigen. No quiero decir que el líder tiene que ser perfecto o sobrehumano, pero sí que debiera tener una relación personal viva y creciente con nuestro Señor. Creo firmemente que si los líderes de una iglesia no presentan un estilo de vida de compromiso y dedicación con el Señor y con su iglesia, sus seguidores tampoco lo van a hacer.

El problema, pastor MacArthur, es que las dos terceras partes de nuestros líderes elegidos, solo vienen a los cultos una vez a la semana. No estoy diciendo que todos tienen que estar presentes cada vez que se abran las puertas del templo, pero sí creo que, excepto en el caso de situaciones imprevistas, enfermedades y vacaciones, los líderes de la iglesia deberan esforzarse por estar presentes en los cultos de la iglesia, sino por otra razón, al menos para animar a los santos y al pastor. Encuentro bastante difícil de creer que se pueda proveer de un buen liderazgo cuando los líderes no pasan suficiente tiempo con los creyentes para enterarse de cuáles son sus heridas y temores. En nuestras reuniones de consejo de diáconos, encuentro que la mayor parte del tiempo se pasa en asuntos que no tienen relación directa con las necesidades de las personas. Creo que es debido a eso, nuestra iglesia se encuenntra estancada, lo que equivale a que estamos retrocediento en vez de avanzar. Varias veces pedí a los líderes que pensáramos juntos sobre esto (algunos de ellos incluso no son muy fieles en asistir a las reuniones), pero sin ningún resultado.

No estoy hablando acerca hombres y mujeres que sencillamente no pueden acudir a las reuniones, sino de personas que no quieren hacerlo. Algunos de los líderes dicen que están muy ocupados, demasiado cansados al final del día, o ni siquiera se excusan. Pero esos líderes no tienen ningún reparo en recordarme que ellos son los que deciden en la iglesia. Eso sucede a menudo. He llegado a la conclusión de que si eso continúa así en el próximo año, estoy listo para dejar el pastorado. ¿Cómo es posible que un pastor pueda dirigir su iglesia, establecer los programas que se necesitan y desarrollar un liderazgo espiritual si no se puede conseguir que los demas líderes le apoyen? Estoy abierto a su consejo. Creo sinceramente que nuestra iglesia tiene grandes posibilidades pero mientras tanto que seamos tibios, el Señor no va a bendecirnos o a usarnos.

Esa carta la podían haber escrito miles de diferentes pastores (en los cuales yo mismo me incluyo, ojo yo, Victor) porque es común para las personas dar por supuesto las cosas buenas que Dios les ha dado. Yo no quiero que eso suceda en nuestra congregación, no quiero que las personas se olviden del Señor. Quiero que ellos continúen temiendo su santo nombre.

Mi hermano, quizás, usted pueda decir, al igual que yo, pero si está carta es todo aquello que me viene sucediendo, y si mi amigo, pero la cuestión es ¿qué hacemos? bueno no creo que sea aconsejable hacer bajar fuego del cielo y que los consuma, como hemos pensado muchas veces, sino empezar a formar hombres y mujeres para todos juntos poder hacer la obra de Dios. Tenga usted líder, pastor o miembro de alguna congregación, espero que los de la congregación «Nueva Generación en Cristo» en la cual hoy me congrego, también lleguen por aquí.

La iglesia es un cuerpo, y debiéramos prestarle gran atención a su anatomía. Una iglesia necesita tener una estructura adecuada (un esqueleto), sistemas internos (ciertas actitudes), músculos (diferentes funciones), y carne (la forma de los programas). Elimine algunos de estos componentes esenciales, y el cuerpo no puede sobrevivir. Hay ciertas verdades esenciales que una iglesia tiene que creer y sostener firmemente si quiere contar con una estructura sana y fuerte. Estas doctrinas son inalterables y nunca negociables; no pueden quedar comprometidas bajo ningún concepto. Si usted cede en cualquiera de estos puntos destruye a la iglesia y esta se convierte en un bulto amorfo, que no tiene forma o como decimos normalmente «no tiene ni pies ni cabeza».

Hoy la iglesia parece pensar que su meta es ayudar a las personas a sentirse mejor acerca de sí mismas. No les ofrece a las personas otra cosa qué placebos espirituales. Se enfoca en la psicología, en el amor propio, en el entreteniemiento y en otras mil diversiones para tratar de satisfacer esas necesidades.

La iglesia ha sido reducida de un organismo que hace incapié en conocer y glorificar a Dios a una organización enfocada en las necesidades humanas. No se dan cuenta de que si usted conoce a Dios y le glorifica, las necesidades de su vida quedarán satisfechas. «El temor a Jehová es el principio de la sabiduría» (Pr. 9:10) Cuando usted goza de una relación correcta con Dios, todo lo demás cae en su justo lugar. Muchos predicadores en el nombre de Dios y algunos por desconocimiento e ignorancia, otros por malicia y beneficio propio, quieren sacar a Dios de su trono y convertirlo en un siervo que tiene que hacer todo lo que ellos le pidan que haga. Las personas tienden a ser irreverentes; no saben cómo adorar a Dios. Algunas personas piensan que la adoración es todo aquello que les produce sentimientos agradables. Conocen muy poco acerca de Dios. Hay demasiadas Martas y muy pocas Marias en la iglesia (Lucas 10:38-42). Estamos tan ocupados sirviendo y tratando de que el servicio salga espectacular, que no dedicamos tiempo a sentarnos a los pies de Jesús. No temblamos ante la Palabra de Dios. No nos atrevemos a enfrentarnos a la santidad de Dios y a nuestra pecaminosidad de modo que podamos ser usados para su gloria.

Ahora mi hermano, pastor , líder, visitante de alguna iglesia, ¿qué debemos hacer? simple, empecemos a conocer a Dios, y formemos discípulos de Jesucristo, busquemos en medio de Su Palabra, su voluntad y sobre todo empecemos arrepintiendonos de nuesra vida pasada, hagamos un compromiso con Dios y empecemos a caminarr y guiar verdaderamente al pueblo de Dios, sin conocerlo jamás nos podremos autotitular, «hijos», ni mucho menos poder decir a los cuatro vientos que «El es nuestro Señor», bueno ¿empezamos?, perfecto, no deje de visitarnos e iremos estudiando lo que Dios quiere para su iglesia, para usted y para cada uno de los que por aquí nos visitan, dejeme sus comentarios para poder mejorar este blog, gracias y bendiciones.