Si Jesús es tu Señor, es que tú eres su esclavo

Queridos amigos, hermanos, hermanas, visitantes, miembros de la congregación «Manantial de vida» nos volvemos a encontrar, y si es la primera vez que nos visita, espero que sea miembro del equipo de estudiantes de la Biblia o por lo menos de buenos cristianos. Hoy no voy a hablar (o escribir mucho) solamente un pedido o ruego, vea y escuche o lea la traducción de el video en forma completa, le aseguro de que si usted verdaderamente desea en su corazón seguir a Jesús, algo va a cambiar en su interior, tenemos ideas sobre lo que es ser cristiano, algunas de ellas medio atravesadas o raras, que muchas veces es lo que nos enseñan desde los púlpitos o en las clases bíblicas, y que nada tienen que ver con la Palabra de Dios, por ello el deseo de mi corazón es que usted y muchos más, verdaderamente sepan y comprendan lo que es ser un cristiano, lo que es convertirse en discípulo de Jesucristo. Los dejo.

Espero mi amigo, que hoy cambie su manera de pensar y siga verdaderamente las pisadas del maestro, su amo y Señor.

Bendiciones y nos vemos.

La obra del Señor

Volvimos, ya sé que me tarde un poco, pero hoy me toco trabajar, por lo que recien regreso y en el camino estaba pensando y trate de leer un poco al respecto y ahora, voy a exponerlo en un post, pero mi amigo, bienvenido, nos volvemos a encontrar pero quisiera que pase la voz a otros con la direccion de este blog, para que entre muchos podamos aprender algo más cada día respecto a la Palabra de Dios y a su voluntad, hoy, prepárese un café para que no se nos duerma, sé que por lo menos aquí en San José, California hace calor, estamos en verano y aunque aún es soportable, pero estamos a café y Coca Cola, pero bueno empecemos y ya sabe, todo lo que aquí se dice, comparelo con la Biblia que es nuestra guía, y todo lo que usted lea, escuche, diga quien lo diga, comparelo con su Biblia, yo utilizó la Reina Valera 1960, que es la que me parece más cercana a la original, las últimas un poco como que la vienen adaptando al léxico actual y me parece que algo la han cambiado, pero si usted puede encontrar una traducción directa del griego sería extraordinario.

Mi amigo primero usted tiene que averiguar qué trabajo llevó a cabo el Señor cuando estuvo en la tierra. Hizo básicamente dos cosas: Evangelizó y edificó. Lucas 19:10 dice «Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido». Eso es evangelismo. Hechos 1:2-3 dice: «Hasta el día en que [Jesús] fue recibido arriba [en el cielo]… [estuvo] hablándoles acerca del reino de Dios». Eso se refiere a la edificación de los discípulos.

En la Biblia nunca se nos habla de la obra del Señor como algo fácil. Las palabras «obra» y «trabajo» en el versículo 58 conllevan la idea de trabajar hasta el agotamiento. El comentarista Campbell Morgan dijo que lo que Pablo tenía en mente era esa «clase de esfuerzo que está impregnado con la sangre roja del sacrificio, esa clase de esfuerzo que deja huellas en el camino». Pablo dijo lo siguietne a Epafrodito: «Estuvo próximo a la muerte, exponiendo su vida para suplir lo que faltaba en vuestro servicio por mi» (Filipenses. 2:30). Aquel hombre joven se estuvo matando trabajando. El es un buen ejemplo de alguien que está «creciendo en la obra del Señor siempre».

«Vuestro trabajo… no es en vano» cuando crecéis en la obra del Señor (v. 58). Nunca carecerá de sentido, ni será inútil o infructífero. Antes bien, dará fruto y será de bendición y provecho.

A muchos creyentes se les ve ocupados alrededor del templo, pero no estoy seguro de que estén haciendo la obra del Señor de evangelismo y edificación.

Los cristianos han sido llamados para hacer la obra del Señor a su manera (la del Señor). Reconocer ese privilegio debería emocionarnos. Se da usted cuenta de que el Dios Todopoderoso, el Señor de cielo y tierra, ha dicho; «¿Quieres ser mi enviado especial, llevando mi mensaje a todo el mundo mientras tanto que vivas? William Barclay dijo correctamente: «No es el hombre el que glorifica el trabajo sino el trabajo el que glorifica al hombre. No hay dignidad como la dignidad de una gran tarea».

Pablo, al describir su trabajo y el de Timoteo y Apolos, nos da principios prácticos para hacer la obra del Señor como El quiere que se haga.

Mi querido hermano y amigo, de acuerdo a lo que venimos viendo aquí, tengo una pregunta ¿qué venimos haciendo en las congregaciones? ¿verdaderamente estamos formando a los hermanos? ¿estamos haciendo la obra a la cuál nos llamó el Señor?. Tu, líder, llamése pastor, maestro, evangelista, profeta, líder de varones, de mujeres, de jóvenes, líder de alabanza y danza, ¿estamos enseñando verdaderamente a hacer la obra a la que Jesús nos llamó? o simplemente los estamos entreteniendo con llevarlos a la playa, a la montaña dándoles clases de arte y fotografía, realizando campeonatos de golf o futbol, preparándolos para las olimpiadas de tirachinas, o verdaderamene los estamos preparando para hacer la obra de Dios, como nuestra prioridad. Si solamente el 10% del tiempo que dedicamos a entretenerlos, lo utilizaramos en enseñarles la verdadera Palabra de Dios, tendríamos discípulos comprometidos, (¿por qué y como viene la fe?, solo por el oír, pero, ¿qué?) Te lo dejo de tarea, nos seguimos comunicando y mañana seguimos con este tema, cuidense, aún hay gente que venimos intentando hacer la obra. ¿quiere unirsénos?

Adoración, como el color de la sangre

Amigos y hermanos, un video, que si lo escuchas y verdaderamente te acercas al Señor, te pondras como yo a adorar, por lo que es El, por lo que nos perdonó nuestos pecados, porque nos dio la vida eterna. Y por tantas cosas más.

Bendiciones y nos vemos pronto.

Tened cuidado de vosotros mismos

Mi querido hermanito y/o hermanita y extraviado que llega a este tu blog de hoy en adelante, sin saber como poder luego librarnos de la verdad que aquí se escribe, bueno hemos regresado muy rápido y es que luego de conversar y dejarles un libro que encontrar y ponerse a leer “El pastor reformado” de Richard Baxter, pues decidí mejor dejarles algunos textos del libro, ya que me imagino que la falta de tiempo, el trabajo, los niños, el futbol y tantas cosas importátisimas nos van a impedir que busquemos el libro, pero como les digo, algo les dejo, especialmente dedicados a los pastores, maestros, profetas y tanto líder que deambulan por allí, ya sabe, tome su Biblia, un buen café y aquí le transcribo algo de dicho libro.

“Tened cuidado por vosotros mismos y por todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo os ha puesto como obispos, para pastorear la iglesia del Señor, la cual adquirió para sí mediante su propia sangre”. (Hechos 20:28, RVA).

Primeramente, tenga cuidado de usted mismo. Asegúrese de que ha sido verdaderamente convertido. Tenga cuidado de no estar predicando acerca de Cristo a otros, mientras que usted mismo esté sin Cristo. Se les ha prometido una recompensa gloriosa a los fieles predicadores del evangelio, pero usted jamás disfrutará de esta recompensa, a menos que usted mismo haya recibido primeramente el evangelio. Hay muchos predicadores que están ahora en el infierno, quienes advertían muchas veces a sus oyentes de la necesidad de escapar de el. ¿Acaso espera que Dios le salve a usted por haber ofrecido el evangelio a otros, mientras que usted lo rechaza? Dios nunca prometió salvar a los predicadores, sin importar cuán dotados fuesen, a menos que ellos fueran convertidos.

Ser inconverso es terrible, pero ser un predicador inconverso es mucho peor. ¿Acaso no tiene miedo de abrir su Biblia y leer acerca de su propia condenación? ¿Cuando usted predica el evangelio, acaso no se da cuenta que está incrementando su propia culpa, al rechazar al Salvador que proclama? Sin embargo, es común que un predicador inconverso no se percate de su propia condición. Diariamente tiene contacto con verdades preciosas y exteriormente vive una vida santa. El denuncia el pecado en otros y les anima a vivir una vida santa. Cuán trágico es morir de hambre teniendo el pan de vida en las manos y animando a otros para que coman de el. Si esto es verdad acerca de usted, entonces le aconsejo que se predique a sí mismo antes de continuar predicando a otros. ¿Acaso le ayudará en el día del juicio decir: “Señor, Señor, he predicado en tu nombre”, solamente para escuchar las terribles palabras “apártate de mí, no te conozco”? Le aconsejo que confiese sus pecados delante de su grey y les pida que oren por la conversión de su ministro.

No es inusual encontrar ministros que sean inconversos. Su predicación será fría y sin vida, si Cristo no está en su corazón. Ojalá que cada estudiante de teología (especialmente en los seminarios) entendieran esto. ¿De qué vale estudiar si esto no nos conduce al conocimiento de Dios y de su gracia salvadora? Si Dios en su misericordia salva a estos ministros, entonces, ellos tendrán un conocimiento de El que jamás se hubieran imaginado. No se puede conocer nada correctamente, a menos que se conozca a Dios. Nada en el universo entero puede ser conocido correctamente, a menos que sea conocido en relación con su Creador.

Cuando Dios creó al hombre era perfecto y vivía en un mundo perfecto. Todas las cosas revelaban la gloria de Dios. Si el hombre no hubiera pecado, habría incrementado continuamente su conocimiento de Dios y de sí mismo. Pero, cuando el hombre buscó el conocimiento para sus propios fines, entonces perdió el verdadero conocimiento de Dios y de su creación. El conocimiento que obtuvo resultó ser vano y vacío.

Bueno mis amigos, nos vemos luego, creo que con lo que les he dejado de «El pastor reformado» es motivo suficiente para buscarlo y leerlo con detenimiento, pero no me diga «Eso es de Satanás» hace unas semanas, estaba con mi iPad leyendo detenidamente un libro y un hermanito, me preguntó cuantas versiones de la Biblia tenía en mi iPad, le dije que ninguna y que estaba leyendo un libro, dio un paso atrás, como si no me hubiese peinado y estaba que espantaba, pero me dio a entender que «sólo la Biblia» lo demás no servia, y bueno estos hermanitos abundan y es cierto que sólo la Biblia, pero cuando la lectura no es parte de nuestro diario vivir, si los libros nos producen alergia, aparte de que leer un libro y tener que pasar las páginas como que es cansado, bueno, pretextos, la cosa es que buscamos cualquier pretexto porque simplemente no nos gusta leer, y decimos y aseguramos que queremos conocer más y tener sabiduría, mis amigos hay buenos libros, lo importante es que nosotros nos decidamos a agarrarlos, no muerden, lo peor que puede pasar es que nos enseñen la verdad y tengamos problemas con nuestra ignorancia, bueno mejor lo dejamos allí, pero mi amigo la Biblia es nuestro ABC, pero algunos pastores han escrito muy buenos libros que nos pueden servir para entender la Palabra de Dios, imáginese este libro que hoy tratamos fue escrito alrededor del 1600, y aún hoy tiene vigencia, pero que como no nos gusta leer, nunca nos enteraríamos de que existe y mucho menos sabríamos qué dice, bendiciones y nos vemos.