Mis Vivencias Blog

Siempre he escuchado que los hispanos somos personas que no leemos y que nuestro nivel cultural es de media para abajo, no se a ciencia cierta cual es la forma en que han medido esto, pero lamentablemente tengo que darles la razón, pero asi como sé que la lectura no es uno de los pasatiempos preferidos de los hispanos, sé positivamente que si hay gente que lee y si estas dentro de este grupo, ni hablar, sigue leyendo porque este lugar es para ti. Deseo compartir dentro de este blog, este rincón, en donde podremos compartir lo que hemos leído o estamos leyendo, por lo que cuento con sus comentarios.

Hoy una vez más tengo entre mis manos un clásico, algo que leí hace muchas lunas, de Alejandro Dumas, «Los tres mosqueteros» y recorde mi niñez cuando por primera vez descubría ese sabor agradable de la lectura. Hermozo libro que me transporto a tiempos inolvidables de enjutos caballeros que eran diestros con la espada, y que ganaban duelos por el honor de una hermoza doncella, que como dijo alguien «Es un honor batirse en duelo por el pañuelo de una gran dama que espera nuestros brazos para ser amada».

Hoy se ha perdido, ya no hay duelos, mucho menos doncellas, y que me van a decir de «honor», palabra deshusada ahora, doncellas de docil carácter, de dulce voz y exhuberante belleza, de caminar garbozo y hablar pausado, hoy en cambio la cosa es diferente, como alguien me dijo en un lugar de San Jose, de cuyo nombre no quiero acordarme, «Yo soy una cabrona y me defiendo de todos sola» hermoza melodia a los oidos, tantas cosas se han perdido y cuantas estan perdidas, en fin, sigamos con nuestro libro.

Hace mas de 40 años mi padre luego de tratar infructuosamente de que me gustara la lectura sin conseguirlo, de regalarme libros tan interesantes como la Enciclopedia Britanica en vez de un buen par de pistolas del Llanero Solitario, intento por última vez creo yo, y displicentemente dejo un libro en mi mesa de noche con la consabida frase «ahí te lo dejo», paso el tiempo, la tierra, y quizás alguna araña empezó a vivir en medio de sus páginas, hasta que en un día de aburrimiento extremo (o sea cuaquier día de vacaciones, recuerden hace 4 decadas como se mataba el tiempo, no había Nintendo ni PS3, mucho menos internet) tome el libro y empece a ojearlo por el final, y en un momento empece a leerlo y a imaginar a Dartagnan caminar por el cuarto, a ser participe de sus aventuras y a poder derrotar al Cardenal y sus secuaces, a poder devolver los herretes de diamantes a la reina (que dicen que era hermoza) luego de un par de días, en una lucha feroz en contra del Cardenal y en brazos de mi gran amor (la novia de Dartagnan) termine el libro y sigilosamente pedi a mi padre si tenía algún otro, mire la alegría en sus ojos y corrimos a una libreria a comprar otros más, y segui, hoy vuelo a leerlo nuevamente, ya no en formato de papel, sino en ebook, ya en formato digital, (hay que prosperar??) pero las mismas aventuras, los mismos personajes que a diferencia que yo, no envejecen, que la reina sigue siendo bella, que el Rey sigue tontuelo y manipulado por el cardenal que parece mas malo.

Tiempos que no volveran, tiempos de mi niñez, pero hoy, momentos inolvidables, sentado aquí en «La Panera» (lugar tranqulio, lleno de gente que en silencio, laptop en mano, navegan por internet, ven peliculas, juegan, chatean y sobre todo metidos en la red, con un buen capuchino, (no tanto como el de Starbucks) un buen pan dulce relleno de cajeta, mi computador, mi reader, y una hermoza aventura de «Los tres mosqueteros», la emoción me invade, me babeo todo, no se le hace agua la boca a usted, poderse sentar en algún lugar, tranquilo, y por un tiempo tan solo usted y su aventura. Terminando este, continuare con otro clásico «El hombre de la mascara de hierro» ya sé que algunos y algunas querran que me ponga una para que no me vean, pero no les dare gusto, continuaremos a las aventuras, luego veremos que más leeremos. Aquí lo dejamos, si aún hay alguien por allí, ¿qué esta leyendo, o qué ha leído ultimamente? haga su comentario y buscaremos en su momento de darle una leída. Recuerde para volver a vernos en el rincón del libro.