Seguimos en la intercesión

Hermanos, seguimos por aquí, vamos a seguir hablando de intercesión, y es que por todas partes escucho, pide y se te tiene que dar, porque lo ha prometido, y suena bien y pedimos como si todo fuera para nosotros, un día se me acerco una señora y me pido que orará por ella, su necesidad era un marido y sacó su lista de cómo lo quería, otro hermanito queria dejar su diezmo para que su negocio prosperará, otro se me acerco y quería un carro del año, y así, porque les hemos enseñado que deben de pedir y que Dios tiene que cumplir sus promesas de hacernos felices, pero hoy vamos a ver un poquito de cómo debemos estar, cuando pedimos y no es pedir por pedir y abrir las manos para ordenar lo que nos prometieron, y ordenamos, y encima algunos líderes de iglesias nos enseñan a ordenar y reclamar lo que es nuestro y corriendo Dios ordena y deben salir todos los ángeles y arcángeles a traernos y rápidito todo aquello que ordenamos, parece que nos metimos al restaurant «ven por tu milagro» y aparece el mesero y nos trae el menú y nos dice qué vamos a pedir y nosotros que estamos con hambre, pedimos, nuestro filet mignon con papas (casa, carro, novia, dinero, trabajo), y todos deben salir corriendo a traernos nuestro platillo, lo mismo que nuestra Coca Cola y el postre (viajes, con todo pagado, un negocio y nuestra cuenta corriente repleta de dinero), pedimos como si fuera gratis, sin darnos cuenta de que tenemos que ver primero si tenemos dinero para pagar la cuenta, pero como nos dijeron, tu pide y se te dará, no importa si tenemos o no dinero la cosa es pedir y mi querido amigo, asi no es, ese es un evangelio diluído, es un evangelio anorexico, que no precisamente es la Palabra de Dios, ni enseña sobre la vida eterna, pero mejor salga corriendo y en Starbucks pida su capuchino con un pastelito, (lleve dinero, no es gratis) regrese tome su Biblia y empecemos realmente.

Estube leyendo la separata que sobre intercesión me dieron hace unas semanas y creo que debemos escudriñar un poquito más al respecto, porque es fácil pedir, la cosa es cómo debemos de ser o estar los que pedimos, y yo sé de la misericordia de Dios que son nuevas cada mañana, pero las normas escritas en la Palabra de Dios siguen vigentes aún.

Mientras Dios tuvo potestad absoluta sobr el hombre, le concedió todo, sin que éste tuviera necesidad de pedirlo. Pero desde que el hombre se entregó a Satanás, Dios ya no puede darle nada libremente (ojo aquí para aquellos que viven en el pecado y cada día piden su navidad, hasta el grado de exigir su milagrito). Excepto que el hombre se lo pida, por que El es respetuoso de la decisión del hombre, de su libre albedrío. Dios no puede hacer nada por la humanidad excepto que alguien (un intercesor) se lo pida, la voluntad de Dios no se puede hacer en este mundo excepto por medio de la vida de aquellos que se entregan a El. Y la voluntad de Dios es que el hombre tenga lo que le pertenece: salud, prosperidad y paz.

Para esto es la oración, para pedirle a Dios lo que nos pertenece, pero tiene que ser conforme a Su Palabra (Juan 16:24), como El nos enseña en la Biblia (Juan 14:13-14; 16:23-24). Entonces Dios responde.

Quiero aquí detenerme un ratito y vamos a reproducir lo que dice la Biblia en los versículos bíblicos de Juan, veamos detenidamente, «pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo. En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará, Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid y recibiréis para que vuestro gozo sea cumplido» (Juan 16:22-24). Amigos, hermanos, todo es aquí un pequeño paquete, mire bien nadie os quitará vuestro gozo y para que vuestro gozo sea cumplido, tiene una relación tremenda, no es pedir cualquier cosa, sino todo aquello que os de gozo, el mismo gozo que nos da como el volver  a ver a Jesús, o sea todo lo que pidamos no es ni para nuestro deleite simplemente, o sea ni tu carro, ni tu trabajo, ni el viaje, ni la prosperidad en tu negocio (prosperidad, debemos buscar el verdadero significado bíblico), pero mi hermano, si tienes gozo en tu vida y en tu corazón por tener a Jesús en ti, cuando pidamos, la respuesta debe darnos el mismo gozo, por lo que el intercesor debe tener en cuenta esto, tenemos en nuestra vida el gozo de saber que Jesús es el Señor de nuestra vida, y como tal actuamos, hablamos, pensamos y oramos.

«De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. Si me amáis, guardad mis mandamientos». (Juan 14:12-15) amigos aquí deseo y pido al Espíritu Santo que nos muestre más allá de lo que a simple vista se lee, miremos detenidamente, nos gustan estos versículos, sobre todo «mayores cosas harán» pero solo vemos hacer milagros, resucitar muertos, multiplicar los peces, nosotros queremos hacer eso y mayores cosas, pero dice bien «el que cree en mi» o sea el que hace su voluntad completa, no la parte de milagros solamente, sino «todo» «todas las obras» hasta dar su vida por todos nosotros, ¿usted lo hará?, llegará a dar la vida por sus hermanos ¿de verdad?, está dispuesto a pasar las penalidades que pasó Jesús por sus discípulos, si usted hace y puede llegar a hacer mayores cosas que Jesús, desde milagros hasta entregar su vida e ir al Padre, entonces mi hermano es que está en condiciones de ser un intercesor, de lo contrarios unáse a nuestro grupito de oradores que solo oramos y que si sucede algo, saltamos y brincamos de alegría, pero pocos son los que verdaderamente se comprometen a hacer la voluntad de Dios, y vivir una vida entregada a Dios. Luego dice, y lealo bien, sin que se nos atragante el pan dulce en la garganta, para que pidas, y recibas «Si me amáis, guardad mismandamientos» o sea si amamos a Jesús y esto nos asegura el pedir, es que tenemos que guardar sus mandamientos, ojo todos, no dice el que más nos guste, sino todos sus mandamientos, o sea mi amigo, aqui es donde volvemos a lo mismo, si usted no se compromete a hacer la voluntad de Dios, olvídese de pedir, pero si la Palabra de Dios es el centro de su vida, si Jesús es verdaderamente el Señor de toda su voluntad, y si usted es esclavo por amor de Jesucristo, pedid y todo será dado porque pedira de acuerdo a la voluntad de Dios, ¿le seguimos o nos bajamos?

Entonces mi hermano aquí lo dejamos, bendiciones y recuerde la Biblia es para leerla, aprenderla, pero mejor: para hacerla, cuidese, volvemos pronto.