Nuestra oración ¿Es agradable a Dios?

Regresamos y seguimos hablando de la oración, es el principio y final de todo, en un par de semanas nos sentaremos a ver que hay para la iglesia de Jesucristo, este próximo viernes tendremos una vigilia, me dare una vuelta, y buscare de mi Señor para que su voluntad se haga en nuestra congregación, grabare la alabanza y quizás alguno de los estudios, pero si vienen con su «emocionalismo o su charla motivacional» arrastrando los pies retornare a casa, prefiero sentarme a orar y estudiar mi Biblia, escuchar o volver a escuchar mis estudios del Instituto Bíblico, pero solo pido al altísimo que todos vayamos con ese deseo en nuestros corazones de buscarlo, por ahora busque su Biblia, un Starbucks para que no se nos duerma, una silla para que se siente y no se nos caiga por lo que hablaremos, y le aseguro de que le removera los cimientos de su espiritualidad tan venida a menos por todo lo que hoy desde los pulpitos enseñamos, pero recuerde Dios en un Dios misericordioso y ama al arrepentido pecador y sobre todo al que hace su voluntad, por lo tanto mi amigo, empecemos.

Cuando usted mi querido amigo nace en la familia de Dios, usted entra en una atmosfera espiritual en la que la presencia de Dios (vamos a detenernos un instante, escuchaba el domingo una perorata insistente: «Siente la presencia de Dios», «Dios esta aqui», tengo una pregunta «Y si no siento la presencia de Dios», es ¿qué no esta? o ¿solo si la siento puedo recibir las bendiciones?, mis amigos, por favor, no es de emociones, no es de sentir, por favor no hagamos errar al pueblo de Dios, no es por emociones, es por fe, es por eso que estamos como estamos dentro de las congregaciones, hemos convertido el cristianismo en algo emocional, gritamos, saltamos y luego de que el motivador de turno (llamese pastor, maestro o ungido) ha movido las cuerdas del sentimiento y la emoción, inclusive hasta las lagrimas, nos queremos comer al mundo, pero apenas termina el servicio, todo vuelve a la calma y regresamos a la pasividad e inoperancia, de lo contrario contesteme una pregunta ¿a cuántas personas le hablo de Cristo este mes pasado?, ¿a cuántos viene discipulando para que hagan la obra para la que fueron llamados?, gracias y sigamos) y la gracia de Dios ejercen presión o influencia sobre su vida. La oración es la respuesta a esa presión, cuando usted mi querido amigo entiende la magnitud del poder de Dios mediante la oración es solo entonces que podemos sobrevivir a la oscuridad del mundo. Pero estamos hablando de una relación, no de una pedidera de nunca acabar.

Otra de las cosas que escuchaba era: «somos la punta de lanza» y me pregunto ¿para qué?, desde que te enteraste que eres la punta de lanza de llevar las buenas nuevas a todo el mundo, ¿qué has hecho?, seguimos moviendo las emociones, como los politicos, prometiendo tiempos mejores, pero nadie dice, ¿cómo?, ni dicen: arrepientete, el reino de Dios se ha acercado, no se escucha, si quieres seguir a Cristo, niegate a ti mismo, toma tu cruz y siguelo, no, ahora es ora por tu milagro, un hijo del Rey debe vivir como tal, tu eres millonario porque murio pobre y aunque estas en la iglesia por mas de 20 años, sigues esperando que te caiga de los cielos, y te gritan mira a Josue, mira a David, mira a Pablo, eran positivos, eran campeones y tu eres un campeón, y es cierto, los miras y lees sobre ellos, pero solo quieres las bendiciones, no el pasar por lo que ellos pasaron, desde esclavo, vendido, en naufragios, perseguido para matarlo, esa parte no te la dicen, (y tu no las quieres) solo te muestran la emoción de sentirte millonario y un paladín de la justicia, amigo primero es arrodillate y arrepientete y pidele al Señor que te tome como siervo y que su voluntad se haga realidad en tu vida, ¿dispuesto?.

Jesús instó a sus discípulos a estar en oración como él, pues les dijo: «velad, pues, en todo tiempo, orando que tengáis fuerzas para escapar de todas estas cosas que han de suceder» (Lucas 21:36). La iglesia primitiva aprendió esta lección y mantuvo el compromiso de Cristo de orar continua e incesantemente. Incluso antes del día de Pentecostés, los 120 discípulos se reunieron en el aposento alto y «perseveraban unánimes en oración» (Hechos 1:14), luego usted recordara «continuaremos en la oración y en el ministerio de la palabra (Hechos 6:4).

Pablo fue ejemplo de compromiso con la oración. En varias de sus epístolas siempre decía: «Porque Dios… me es testigo de que sin cesar me acuerdo de vosotros siempre en mis oraciones» (Romanos, 1 Corintios, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1 Tesalonicenses). Sus oraciones por lo creyentes a menudo lo mantenían ocupado «día y noche» (1 Tesalonicenses 3:10; 2 Timoteo 1:3). Pero eso para los pastores, maestros y líderes de la actualidad ha quedado en el recuerdo de tiempos pasados, hoy se enseña que luego de reconocer quién es Dios, y recordarle las promesas hechas a verdaderos discípulos, debemos empezar a darle nuestra lista de milagros, ya no hay ese deseo de hablar con Dios para estar solamente con él, ahora la razón por la cual oramos es para que cumpla todo aquello que dice que debe de hacer por nosotros, (hay excepciones, eso se lo aseguro, hay personas que desean estar con el Señor por ese deseo de estar con él, pero son los pocos), o sea te hago hoy una pregunta ¿cuál es la razón por la cual buscas a Cristo?, ¿qué te mueve a asistir una vez a la semana al templo?, verdaderamente quieres ser reconocido como discípulo de Cristo, entonces ¿qué te impide hacer su voluntad? o será porque aún no sabes ¿cuál es la voluntad de Dios para tu vida?, bueno mi amigo, entonces empecemos por el principio, reconoce que eres pecador, arrepientete y lee los evangelios, lee Romanos y empieza a hacer lo que allí dice, a medida de que busques más de Dios, en su Palabra podras darte cuenta de aquello que te aleja y aquello que te hace sentar a los pies de Cristo y escuchar su palabra, es tiempo de volvernos a él. Escuchaba el domingo que nos de gracia, que haga esto y aquello, que transforme San Jose, que los colegios, que las carceles, que Dios cambie a todo el mundo, (por decirlo en una Palabra), bueno ¿qué fácil?, y a sus discípulos para qué los tiene, para que aplaudan por las victorias, para que vean que poderoso es nuestro Dios, mi hermano, no es asi, creemos y enseñamos que Dios es el mago de la botella que hará y debe de hacer todo por nosotros, no, usted y yo debemos primero convertirnos en discípulos, hombres y mujeres que escudriñen su Palabra y hagan su voluntad, luego que la prediquen en todo lugar, a tiempo y fuera de tiempo, y el Espíritu de Dios añadirá a la iglesia todos aquellos que serán salvos, pero el trabajo debemos hacerlo nosotros, pero no, queremos que Dios haga todo, nosotro solamente nos limitaremos a contar cuantos convertidos tenemos en la iglesia, no, nosotros iremos, recuerda esa frase, ¿a quién enviaré, quién irá? cuántos están dispuestos a decir conmigo «Yo iré, envíame a mi», bueno recuerde Dios lo conoce y sabe todo, hasta sus mas intimos pensamientos, por lo que, ¿qué contesta?.

Yo creo que orar en todo tiempo es vivir en un estado consciente de la presencia de Dios, donde todo lo que vemos y experimentamos se convierte en una especie de oración que se vive con una conciencia profunda y una entrega a nuestro Padre celestial. Es algo que comparto con mi mejor amigo, algo que comunico instantáneamente a Dios. Obedecer esta exhortación significa que, cuando somos tentados, presentamos la tentación a Dios y pedimos ayuda. Cuando experimentamos algo bueno y hermoso, inmediatamente le agradecemos al Señor por ello. Cuando vemos el mal alrededor nuestro, le pedimos a Dios que lo enderezca y que nos permita ayudar a lograrlo, si así él lo desea. Cuando nos encontramos con alguien que no conoce a Cristo, oramos para que Dios acerque a esa persona hacía él y nos use para ser un fiel testigo. Cuando encontramos problemas, nos volvemos a Dios como nuestro libertador.

De este modo la vida se convierte en una oración continuamente ascendente: Todos los pensamientos, obras y circunstancias de la vida se convierten en una oportunidad para tener comunión con nuestro Padre celestial. Entonces mis amigos, lo que usted y yo hemos leído aquí debemos poderlo por obra, por ello les decía que hemos equivocado nuestra definición de oración, debemos de rectificar, desde el más grande al más pequeño, desde el pastor hasta el recien convertido, de lo contrario nos seguiremos moviendo por emociones y seguiran existiando lo motivadores o presentadores de programas de concurso, para decirnos como hacer para lograr el premio mayor, sin darnos cuenta de que al final de nuestra vida nos dirá: «No te conozco», camina un día en reflexión e imagina que Jesús va contigo a todo lugar, mira, ve y escucha todo aquello que tu haces, al final del día y ya en tu casa, ¿cómo crees que se sentirá de lo que tu le has hecho ver, lo que te ha escuchado, lo que ha mirado? tu tienes la respuesta, vuelvete a mi te dice el Señor, bendiciones y nos seguimos viendo, entraremos a ver lo que tiene Dios para SU iglesia, cuidate y recuerda, él está a tu lado, y hasta el día de hoy lo ha visto todo.

Entonces con lo que hoy has leído y cuando llegues a tu lugar secreto a solas con Dios: ¿qué le diras? ¿qué pediras para la iglesia a la que asistes? ¿cuál será tu pedido a Dios para tus pastores?, entonces mi amigo, para esa reunión dentro de un par de semanas, entra en todo momento a ese lugar secreto y habla con Dios, para que el día de la reunión sobre el futuro de la congregación, se haga realidad la voluntad de Dios solamente y todos aquellos que somos o nos creemos sus discípulos lo pongamos por obra.

Este artículo está basado en el libro «A solas con Dios» del pastor John Macarthur, si lo encuentra en las librerias, comprelo, sientése con su Biblia en la mano, para comparar si lo que dice es bíblico y déjenos luego un comentario.

Consolidando el fruto

Queridos amigos, hermanos y visitantes, hoy nos volvemos a encontrar para seguir conversando pero esta vez lo haremos de una manera informal, les contare algunas de las experiencias que he vivido en mi caminar por algunas congregaciones del área, pero esta vez, siéntese y prepárese un café, está haciendo un poco de frio por lo que abriguese, ya luego se calentará, pero por lo que viene leyendo, pero deseo que piense lo que viene leyendo y quizás algo pueda ser de beneficio para que el fruto no se pierda.

Bueno mi amigo, hace tiempo me congregaba en una iglesia en que empezamos a creer en que el fruto hay que consolidarlo, bueno usted dirá y eso ¿con qué se come?, bueno le cuento, cada día de reunión, llegaban personas a nuestra congregación, pero sabe, igual como llegaban se iban, y todos nos preguntabamos ¿por qué?, aunque no faltaba el hermanito que siempre decía, «Si es de Dios se quedarán», hasta que pensamos en que el fruto tenía que consolidarse, ¿cómo hacerlo? Bueno expliquemoslo detenidamente, muchas veces decimos que cuando la gente llegue a nuestro templo, y vean el amor que hay aquí, querrán no solo quedarse sino también tener eso que tenemos nosotros, bueno, que ese amor, esa felicidad y paz que existe en nosotros, todos querrán tenerlo, bueno hasta aqui todo bien y suena maravilloso, pero es mejor que pongamos los pies en la tierra, muchas veces cuando una persona llega a alguna congregación lo primero que experimenta es ver un ujier que es quien lo recibe que se limita a darle la mano, y hacerlo sentarse en algún lugar del templo, al final se le despide, en algunos casos se le ha pedido su nombre y dirección, se le presenta en la iglesia y si te vi no me acuerdo, (¿qué paso con el amor, dónde se quedó?) he sentido en carne propia lo que explico aqui, por ello nosotros pensabamos diferente, durante el servicio, no solamente se le presentaba, sino que varios nos acercamos a saludarlo y darle la bienvenida, para que sepa verdaderamente, que a todos nos da gusto verlo, luego, los ujieres se le acerquen a saber de el o la familia que Dios nos ha enviado, muchos vienen con problemas, algunos con momentos difíciles, pero casi todos en un momento problemático de su vida, (porque cuando todo va bien, muy pocas veces nos acercamos buscando a Dios), salvo que ya seamos cristianos y estemos buscando una iglesia en donde congregarnos, luego de tomarle los datos, el lunes, llamarlo para saber de ellos, no solamente para que se quede con nosotros, sino para preocuparnos por sus necesidades y por las situaciones que viene pasando, (queremos formar un grupo de intersesores, allí empieza el trabajo, orando por las necesidades de los recien llegados, nuestra preocupación por ellos, es parte de la muestra del amor de Cristo que hay en nosotros), cuando recibimos una llamada, un apretón de manos; nos sentimos mejores, mas aun si ese sentimiento es genuino. Esto demostrara, nuestro amor y sobre todo ese algo que debe existir en nosotros por los demás, allí es donde los recien llegados querran quedarse y tener ese algo diferente que nosotros tenemos, de lo contrario, seguiran su camino porque lo más importante, a pesar de que lo digamos, es lo que más nos falta, «el amor por los demás».

Entonces yo me pregunto, si asisto a una iglesia, en la que pasados dos o tres meses, no te llaman ni para pedirte el diezmo, donde muchas veces llegas y con las justas te saludan, en donde si vienes o no a nadie le importa, en donde si llegaste con tu familia y ya no lo haces, pues pasas de invisible, y si no fuese porque trato de asistir a todas las reuniones y meto mi cuchara donde no me llaman, entre otras cosas, jamás se darían cuenta de que estoy allí,  es que ese amor que tanto se predica no existe, es simplemente un guión que hay que seguir en la explicación de lo que deberíamos hacer, pero que no hacemos, entonces ¿cómo retenemos el fruto?, ¿cómo hacemos la expresión que dice Jesús?, predicar la Palabra a toda criatura, si no podemos recibir a aquellos que Dios nos esta enviando, entonces debemos de cambiar, debemos de pensar que nosotros somos los llamados a hacer discípulos, pero si nuestra preocupación esta puesta en otras cosas, más que en el servicio a los demás, debemos de tomar un momento y pararnos a pensar, ¿cuál es mi motivación, para tener el puesto que tengo? y además, ¿cuáles son las funciones del lugar que yo tengo? dentro de la congregación. Esto significa que necesitamos preparación, debemos de buscar en la Palabra de Dios, lo que significa retener el fruto y la forma de hacerlo, formar discípulos para poder hacer la obra de Dios.

Para finalizar, mi amigo o hermano en Cristo, cuando alguien llegue a nuestra congregación lo primero que debemos hacer es recibirlo, es hacerlo sentir la persona mas importante, porque Dios nos la ha enviado, por ello, debemos pedir a Dios de que ponga mas amor en nuevos corazones, el ser Ujier es una gran responsabilidad, porque es el ujier la primera cara que vera el recién llegado y sentirá el amor o no, con el cual es recibido, muchas veces muy pocos pastores toman o ponen interés o tienen tiempo para ese momento, por ello, debemos instruir a los ujieres en la Palabra de Dios y en la oportunidad que nos da en servir a sus hijos.

Bueno he tratado de exponer aquí, mi experiencia, pero lo más importante, es retener el fruto, no debe de perderse, porque la Palabra de Dios dice: «Y (Dios) ira añadiendo a la iglesia, todos los que serán salvos», por lo tanto a esos, debemos usted y yo, ujieres y líderes de la iglesia, recibirlos con ese amor que predicamos y que debemos sentir por todos los demás.

Nos seguimos comunicando, un consejo: mire a su alrededor este domingo y solo ponga en su corazón lo siguiente: «Así como yo quiero ser recibido en la congregación, voy a recibir a los que lleguen»

Bendiciones y prontito nos estamos viendo.