¿Listos para servir?

Bueno mis amigos, aquí estamos nuevamente, salimos temprano a ver que hay por esas calles que las aplanamos en nuestro caminar día a día, un buen café para animarnos y despertarnos, y luego de regreso un ice cream, chocolate para variar y unos dulces para el camino, nos metimos en un  cafetín como diríamos en mi país de mala muerte, o sea que si lo piensas dos veces, no entras, bueno el café para llorar, los dulces, como para las manifestaciones sindicalistas, o sea duros y para romper cabezas, ni hablar me salí triste y apesadumbrado, me asalataron, porque deje todo, si lo tiraba a la basura, derrepente la ciudad me demandaba por botar material radiactivo a la basura, le pedi al dueño del local que cambiará de cocinero y de que ya era tiempo de que comprara nuevo café, el que utilizaba ya estaba quemado de tanto usarlo día tras día, en fin me fui por un ice cream, excelente, chocolate y el servicio de primera «31» y bueno regresare para comerme los otros 30, pero dije, voy a seguir con mis estudios o comentarios, como quiera usted llamarlos, yo más creo que son conversaciones con una taza de café, entre amigos que desea hacerles o contarles los últimos pasos que doy por la vida y las expectativas que tengo, asi como el mandato que me dío Dios de enseñar su Palabra a toda criatura, algunos se enojan por lo que digo, pero nadie quiere sentarse a escudriñar la Biblia, siempre los invito, nunca llegan, y demostrarme que estoy equivocado como ellos dicen, pero en fin seguimos, hoy tenemos un buen tema, ¿listos para servir?, porque siempre digo «siervo que no sirve, no sirve», tome su Biblia, y bueno prefiero ahora un jugo de naranja, esta haciendo calor y un nan, (tortilla Hindu), que esta excelente, lastima me queda la mitad sino les invitaria, pero subire una foto para que sepan que es, si quieren comprar una el restaurant se llama Tandori, pero bueno empecemos sino al final le tendre que dar la receta.

Pablo dice en 1 Corintios 4:1: «Así, pues, téngamos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios». En otras palabras: «Cuando llegue el momento de emitir juicio sobre mis consiervos y un servidor, quisiera que dijeran que fuimos siervos de Cristo». Muchas personas mi hermano, quieren ser famosos o estrellas, quieren que se les de hoteles cinco estrellas porque son pastores, cantantes, profetas de Cristo, pero sabe Dios busca siervos obedientes, recuerdo a una hermanita cantante, hace algunos años atrás que pastoreaba una pequeña congregación, cuando le pedi si pudiera venir a nuestra congregación, y llevarnos en alabanza, lo primero que me pregunto fue, ¿cuántos miembros erámos? ¿dónde la hospedaría? y me dio el precio por concierto, bueno le dí las gracias, y el domingo una vez más sacamos nuestra orquesta, pusimos el CD de siempre y con todos los hermanos y todos los ángeles, volvimos a alabar a Dios con todo nuestro corazón, (y arroje a la basura el CD de la hermanita cantante y eso que era famosa y encima había pagado por el CD, me peso haberlo hecho «el pagar por el CD») quieren y exigen tantas cosas, y Dios tan solo desea siervos humildes y obedientes, en 1 Corintios 4:2 Pablo dice: Ahora bien, se requiere de los administradores que cada uno sea hallado fiel», simple, Dios no quiere personas que salen con ideas ingeniosas o que cantan bonito o que se creen la última Coca Cola del desierto, Dios busca solamente hombres y mujeres fieles, que se ven a sí mismos como siervos bien dispuestos a hacer la obra.

El servicio a otros no tiene necesariamente estar ligados a los programas que existen en la iglesia, ni hacerlo los días de reunión, recordara usted que en Romanos 12 Pablo habla de las funciones de los siervos y usa para ello el cuerpo humano como una analogía: «Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracias que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe, o si de servicio, en servir, o el que enseña, en la enseñanza, el que exhorta, en la exhoración…» Mi amigo y hermano o hermana si usted está lleno del Espíritu Santo, Dios quiere llevar un ministerio por medio suyo que es esencial para esa iglesia. Hace años en una revista cristiana estaban haciendo un reportaje a una congregación con novecientos miembros y ya estaban solo buscando el título para el reportaje, bueno luego de que el periodista hablara con los miembros de esa iglesia al final título el artículo: «La iglesia con novecientos ministerios» y ¿sabe porqué? porque los novecientos miembros de esa iglesia estaban sirviendo, entonces mi hermano, aquí somos pocos, muy pocos, pero si cada uno de nosotros empieza a servir en el ministerio que Dios le ha dado, le aseguro de que seremos muchos, porque muchas personas llegaran y serán traídas por Dios porque él añadirá los que serán salvos, y los traerá para servir también, pero mi amigo y esto es para los líderes, debemos primeramente enseñar las verdades del evangelio, comprometernos nosotros mismos con la obra y hacer lo que Dios nos ha mandado, no con ese carácter de que «si no lo hago yo, nadie lo hará» que lo único que logra es alejar a la gente porque nunca esta contento con y como lo hacen o pueden hacer los demás, ese celo me carcome el alma, pero es que en realidad es ego «si no lo hago yo, nadie lo puede hacer tan bien como yo» y mi hermano eso no es cierto. Si a usted se lo digo, no se me haga el loco, hablo de usted, afanado en que todo salga tan bien que no puede adorar a Dios, o como dice ese dicho sabio y popular, «esta en todo menos en misa» y Dios esperando que sea ejemplo a seguir dentro de la congregación. Mire si esto pasa al principio de ministerio y/o iglesia, pasa, y es que en esos tiempos no hay gente y además pocos se comprometen, pero si pasan los años y seguimos corriendo detras de todo, !ALTO! deténgase, hay que reflexionar, algo camina mal y debemos de orar y buscar la respuesta, recuerde el afan es pecado.

Hay muchas áreas de ministerio en las cuales un creyente puede involucrarse, no todos son pastores, no todos son maestros, pero todos somos adoradores, todos somos evangelistas, todos somos discípulos, hombres que pueden orar, visitar, limpiar, ayudar, cantar, cuidar niños o ancianos, llevar comida a los necesitados, visitar a los enfermos, danzar, hay infinidad de áreas en las cuales podemos trabajar e involucrarnos, ¿alguien sabe de blogs?, pues sería interesante que me den una mano, para que yo pueda seguir trabajando en el ministerio que me entrego el Señor.

Por útimo mi amigo, un siervo dispuesto a servir es espontáneo en lo que hace. Usted si quiere puede sentarse y decir: «No sé si quiero involucrarme en esto, no sé si quiero trabajar con esas personas», o puede levantarse y ponerse a trabajar, yo siempre he creído, que todos tenemos buenas ideas, pero casi siempre son para que otros las hagan realidad o pongan por obra, pero mi amigo, se necesitan ideas, hombres y mujeres que se pongan a la cabeza de esas ideas y si usted está lleno del Espíritu Santo, todo lo que haga será bendecido por Dios, porque simplemente está haciendo su voluntad (la de Dios), y es tiempo de que en nuestra pequeña congregación desde el pastor, hasta el que hoy nos visita, nos pongamos de pie y empecemos a trabajar, primero orando, conociendo la voluntad de Dios escrita en su Palabra, y poniendo por obra lo aprendido, primero en nuestras propias vidas y luego llevar las buenas nuevas a los perdidos y le aseguro que veremos la gloria de Dios porque simplemente estamos haciendo su voluntad, bueno nos vemos y bendiciones, está noche en la vigilia a punta de 7:00 pm, oramos para que sea de bendición para el pueblo de Dios.

¿Soy cristiano? ¿Tú, eres cristiano?

Volvemos, inmediatamente, nos vamos camino a por un café, y juntamente con nuestro capuchino de rigor, un pastelito, ya como que otra donna, se nos cae la billetera, pero estamos a punto de caramelo como para un pastel de helote, deseo en este momento pedirle un favor, al leer el presente post, hagalo sin prejuicios de creerse el mejor cristiano del mundo y que los ángeles cantan su nombre cuando usted se levanta por las mañanas y le avisan al creador que usted está listo para hacer la voluntad de aquel que lo llamó, solamente le pido que ponga atención a lo que lee, y luego preguntése, ¿qué enseño? ¿qué prédico? ¿cómo es mi vida cristiana? ¿soy siervo, esclavo o me creó el dueño? ¿soy un hombre que daría mi vida por Cristo, o solamente espero los milagros? luego de hacerse estas preguntas, lea el post y grite al mundo las respuestas, total, Dios ya las sabe y quizás en el fondo de su corazón desee cambiar, agarre su Biblia, entraremos por una pregunta que no sé si se la ha hecho pero sería interesante pensarla, la cuestón será la respuesta, por lo que empecemos.

Los primeros mártires tenían muy claro lo que significaba ser cristiano. Sin embargo pregunte hoy lo que significa y probablemente va a recibir una variedad de respuestas, aun de aquellos que se identifican con este sello, y no solo hablamos de aquellos que llegan a la iglesia de domingo en domingo, sino de aquellos que están al frente de congregaciones y que pueden ser pastores, profetas, maestros, evangelistas y demás.

Para algunos ser cristiano es primeramente cultural y tradicional, un título nominal de una generación previa, mis abuelos eran cristianos, mis papas son cristianios, algunos inclusive dirán sacando pecho llenos de orgullo, «mi papá es pastor», el efecto neto que implica evitar ciertos comportamientos y asistir ocasionalmente a la iglesia. Para otros ser cristiano es principalmente algo político, una búsqueda para defender valores morales en la plaza pública o quizá para preservar aquellos valores por medio del distanciamiento en general de la plaza pública. No obstante, muchos definen el cristianismo en términos de una experiaencia religiosa pasada, una creencia general en Jesús o un deseo por ser una persona buena. Sin embargo, todo esto cae lamentablemente muy por debajo de lo que realmente significa ser cristiano desde la perspectiva bíblica.

Ser cristiano, en el sentido real del término, es ser seguidor incondicional, por favor, léalo dos veces «seguidor incondicional» de Cristo. Como dijo el mismo Señor en Juan 10:27: «Mis ovejas oyen mi voz y yo las conozco, y me siguen». (¿te conoce?). El nombre sugiere mucho más que una asociación superficial con Cristo. En lugar de ello, demanda un afecto profundo a El, lealtad a El y sumisión a su Palabra. En el aposento alto Jesús dijo a sus discípulos «Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando» (Juan 15:14) Deseo en este momento que usted exámine estas palabras, seréis amigos de Jesús solamente cuando hagáis lo que El os manda, no la mitad, no tres cuartas partes, sino todo, por eso no vayamos  a dejar los diezmos creyendo que con eso podemos comprar las bendiciones del creador. Antes también dijo a las multitudes que se agrupaban para escucharlo: «Si vosotros premaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos» (Juan 8:31); y en otro lugar: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígueme» (Lucas 9:23; Juan 12:26).

Cuando nosotros mismos nos llamamos cristianos, proclamamos al mundo que todo sobre nosotros, incluyendo nuestra identidad personal misma, se cimenta en Jesucristo porque nos hemos negado a nosotros mismos para seguirlo y obedecerlo. El es tanto nuestro Salvador como nuestro Soberano y nuestras vidas se centran en agradarlo a El. Profesar el título es decir con el apóstol Pablo «Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia» (Filipenses 1:21). Pero todo esto está tan alejado de tu realidad ¿verdad?, o me equivoco.

Una y otra vez a través de la Biblia, se hace referencia a los creyentes como esclavos de Dios y esclavos de Cristo. De hecho, considerando que el mundo los llamó «cristianos», los primeros cristianos se referían a sí mismos en el Nuevo Testamento como los esclavos del Señor. Para ellos ambas ideas era sinónimas. Ser cristianos era ser esclavo de Cristo. El Nuevo Testamento refleja esta perspectiva, ordenando a los creyentes a someterse a Cristo completamente y no solo como miembros contratados o empelados espirituales, o asistentes domingueros, o lectores tardios de la Palabra de Dios, ni oradores de peticiones o declaradores de milagros, o profetas de pacotilla, sino como quienes pertenecen por entero a El. Se nos pide obedecerlo sin preguntas y seguirlo sin reclamos, ni mucho menos se nos dice que debemos declarar, visualizar, ni mucho menos ordenar nuestro milagro, ni contarle hasta tres para que recibamos el milagro, ni pagar con el diezmo por ello. Jesucristo es nuestro Amo, un hecho que reconocemos cada vez que lo llamamos «Señor». Somos sus esclavos, llamados para obedecerlo y honrado humilde e incondicionalmente. «Hoy en las iglesias no escuchamos mucho acerca de este concepto». En el cristianismo contemporáneo se habla de cualquier cosa menos de la terminología esclavo. Se habla del éxito, de la salud, de la riqueza, de la prosperidad y de la busqueda de la felicidad. Con frecuencia escuchamos que Dios ama a las personas incondicionalemente y quiere que sean todo lo que ellos quieren ser, que quiere que cumplan cada deseo, esperanza o sueño. La ambición personal, la realización personal, la gratificación personal, se habla de «yo soy lo que mi Biblia dice que soy», si, eres pecador y vas derechito al infierno, todo esto ha llegado a ser parte del lenguaje del cristianismo evangélico, y parte de lo que significa tener una «relación» personal con Jesucristo. En lugar de enseñar el evangelio del Nuevo Testamento donde se llama a los pecadores a someterse a Cristo, el mensaje contemporáneo es exactaente lo opuesto: Jesús está aquí para cumplir todos tus deseos. Equiparándolo a un ayudante personal o a un entrenador particular, muchos asistentes a las iglesias hablan de un Salvador personal que está deseoso de cumplir sus peticiones y ayudarlos en sus esfuerzos de autosatisfacción o logros personales. ¿te suena similar a lo que los domingos hablas y/o profetizas?.

La comprensión del Nuevo Testamento acerca de la relación del creyente con Cristo no podría ser más opuesta. El es el Amo y Dueño. Nosotros somos su posesión. El es el Rey, el Señor y el Hijo de Dios. Nosotros somos sus objetos y sus subordinados.

!En una palabra, nosotros somos sus esclavos!.

Bueno mis amigos, y también los que no lo son, ahora si, puede usted responderse las preguntas que al inicio del post se hizo, es la respuesta que creía contestar o !upssss! debemos de corregir nuestro cristianismo, sabe mi amigo, nosotros los líderes, en donde se encuentran los pastores, maestros y toda la camarilla de equivocados somos los primeros que estamos desvirtuando el verdadero cristianismo, con enseñanzas que empiezan diciendo «Sé positivo» ven por tu milagro, declara y ordena, trae tus diezmos y El te bendecirá, ahora recibe, tan solo pide, toca y todas las puertas se te abrirán, eres Hijo del Rey y mereces vivir como tal, mentiras, blasfemías y herejías, conviertéte en esclavo, vive como tal, y tan solo haz la voluntad de aquel que perdonó tus pecados y mando a Su Hijo a morir por Ti, simple, ¿dispuesto?

Entonces te sigo esperando para estudiar detenidamente la Palabra de Dios, ya sabes yo pongo el Starbuscks, trae los pastelitos, y sobre todo tu Biblia, no vengas que la tienes en tu smarthphone, si tu y yo sabemos de que la tienes para pasar desapercibido y que no te digan !aleluya! porque llevas tu Biblia bajo el brazo, (como James bond perteneces a la Asociación de cristianos secretos), contestame ¿cuántas veces al día lees tu Biblia en tu Smathphone?, sabes es un honor caminar con tu Biblia, más aún si estas en la casa de Dios, ¿no crees?, recuerda siempre es la Palabra de Dios, pero ya sé que prefieres TV y Notas para ver la portada, en fin, trae tu Biblia, un cuaderno y lápiz, no me creo que tengas una memoria fotográfica, bendiciones y nos vemos.

Si Jesús es tu Señor, es que tú eres su esclavo

Queridos amigos, hermanos, hermanas, visitantes, miembros de la congregación «Manantial de vida» nos volvemos a encontrar, y si es la primera vez que nos visita, espero que sea miembro del equipo de estudiantes de la Biblia o por lo menos de buenos cristianos. Hoy no voy a hablar (o escribir mucho) solamente un pedido o ruego, vea y escuche o lea la traducción de el video en forma completa, le aseguro de que si usted verdaderamente desea en su corazón seguir a Jesús, algo va a cambiar en su interior, tenemos ideas sobre lo que es ser cristiano, algunas de ellas medio atravesadas o raras, que muchas veces es lo que nos enseñan desde los púlpitos o en las clases bíblicas, y que nada tienen que ver con la Palabra de Dios, por ello el deseo de mi corazón es que usted y muchos más, verdaderamente sepan y comprendan lo que es ser un cristiano, lo que es convertirse en discípulo de Jesucristo. Los dejo.

Espero mi amigo, que hoy cambie su manera de pensar y siga verdaderamente las pisadas del maestro, su amo y Señor.

Bendiciones y nos vemos.

Cristianos: seres esclavos

Nos volvemos a encontrar y vengo de un viaje interestatal, me fui hasta Hayward, para mi esto es casi el otro mundo, más de dos horas de camino, pero en fin el día fue bueno, me reencontre con muy buenos amigos y hermanos que no veía desde la última vez que los vi, de regreso me puse a estudiar y me di cuenta de varias cosas, por lo cual recordé que en algún lugar pasarón mis ojos por un buen libro y me puse a buscarlo y gracias a Dios lo encontre para poder compartir con ustedes algunos pensamientos, dudas, preguntas y también lo que yo pienso, sobre todo contestando la pregunta ¿qué es ser cristiano?, desde el nombre y pasando por una verdadera definición Bíblica. No se que hora son cuando usted pase por aquí, pero ahora que vengo escribiendo son pasadas las 11:30 de la noche, por lo cual nos venimos tomando un café Starbucks, no encontre Tiramizu, por lo que pobremente nos apañamos con un pastelito de tres leches, por lo cual con tanta azucar nos mantendremos despiertos hasta terminar el presente post y quizás algo más, por lo pronto agarre su Biblia (búsquela, aqui voy a estar esperandolo), luego una buena silla con respaldar, pero no, para que se duerma, sino es que se nos puede caer para atrás y eso si, ore, para que todos podamos aprender algo de lo que aquí se escribe y empecemos.

Desde su aparición en Antioquía, el término cristiano se ha convertido en el sello predominante de aquellos que siguen a Jesús. A pesar de eso irónicamente, la palabra misma solo aparece tres veces en el Nuevo Testamento; dos en el libro de los Hechos y una en 1 Pedro 4.16. En adición al nombre cristiano, la Biblia utiliza una serie de otros términos para identificar a los seguidores de Jesús. La Escritura nos describe como forasteros y extranjeros de Dios, ciudadanos del cielo y luces para el mundo. Nosotros somos herederos de Dios y coherederos con Cristo, miembros de su cuerpo, ovejas de su rebaño, embajadores a su servicio y amigos alrededor de su mesa. Se nos llama a competir como atletas, a luchar como soldados, a permanecer como ramas en una vid y hasta a desear su palabra como los niños recién nacidos anhelan la leche. Todas estas descripciones, cada una en su forma propia y única, nos ayudan a entender lo que significa ser cristiano. No obstante, la Biblia utiliza una metáfora con más frecuencia que cualquiera de estas. Es una descripción verbal vivida que quizá usted no espera pero es absolutamente crucial para entender lo que significa seguir a Jesús.

Es la imagen de un esclavo.

Una y otra vez a través de las páginas de la Escritura, se hace referencia a los creyentes como esclavos de Dios y esclavos de Cristo. De hecho, considerando que el mundo exterior los llamó «cristianos», los primeros creyentes reiteradamente se referían a sí mismos en el Nuevo Testamento como los esclavos del Señor. Para ellos ambas ideas eran sinónimas. Ser cristiano era ser esclavo de Cristo.

Hoy en las iglesias no escuchamos mucho acerca de este concepto. En el cristianismo contemporáneo se habla de cualquiera cosa menos de la terminología esclavo. Se habla del éxito, de la salud, de la riqueza, de la prosperidad y de la búsqueda de la felicidad. Con frecuencia escuchamos que Dios ama a las personas incondicionalmente y quiere que sean todo lo que ellos quieren ser, que quiere que cumplan cada deseo, esperanza o sueño. La ambición personal, la realización personal, la gratificación personal, todo esto ha llegado a ser parte del lenguaje del cristianismo evangélico, y parte de lo que significa tener una «relación personal con Jesucristo». En lugar de enseñar el evangelio del Nuevo Testamento, donde se llama a los pecadores a someterse a Cristo, el mensaje contemporáneo es exactamente lo opuesto: Jesús está aquí para cumplir todos tus deseos. Equiparándolo a un ayudante personal o a un entrenador particular, muchos asistentes a las iglesias hablan de un Salvador personal que está deseoso de cumplir sus peticiones y ayudarlos en sus esfuerzos de autosatisfacción o logros personales.

La comprensión del Nuevo Testamento acerca de la relación del creyente con Cristo no podría ser más opuesta. Él es el Amo y Dueño. Nosotros somos su posesión. Él es el Rey, el Señor y el Hijo de Dios. Nosotros somos sus objetos y sus subordinados. En una palabra, nosotros somos sus esclavos.

Entonces ¿qué debemos hacer? En los últimos años he visto como líderes de iglesias, con el afan de llenar sus templos, se autollaman, aceptan de todo, programa que aparece, van detrás de él, milagrero que llega a la ciudad, pronto lo llaman para que dé un seminario en la iglesia, cantante carísmatico, y corremos para que nos saque de pobres y aumente la membresía, le contamos uno, dos, tres a Cristo para que nos haga el milagro, pedimos al Espíritu Santo nuestros tres deseos y no nos damos cuenta de que el Señor nos llamó para preparar a los santos para la obra del ministerio, para enseñar y predicar las buenas nuevas a toda criatura, y ni la Biblia llegamos a leer, para que nos arrepintámos de nuestros pecados, tomemos nuestra cruz, dispuestos hasta morir por Cristo cada día, por ello, hoy mi amigo y hermano líder, que puede ser pastor, maestro, evangelista, profeta, o ujier, debemos retomar lo perdido, recuerda de donde has caído, recuerda en donde perdiste tu primer amor, recuerda dónde te encontró el Señor y volvamos a caminar bajo Su presencia, aún es tiempo, volvamos por nuestros pasos y regresemos a caminar con el Rey de Reyes y Señor de señores, mis amigos, mis hermanos, volvamos a la Biblia, como me dijo alguién «en mi iglesia caminamos de acuerdo a la Biblia» pero jamás me invito a visitarlos para ver si es cierto, en fin seguimos, SI, paramos NO, nos vemos en unas horas (espero que usted vuelva), bendiciones.

Un momentido, un pensamiento más, como escribo al principio, somos coherederos con Cristo, y gracias a eso, los pastores y demás bendecidores (perdón por usar esa palabra, pero la otra, suena medio feo) nos dicen que debemos reclamar, ordenar, pedir, exigir, nuestros milagros, pero queremos solo la mitad del pastel, la otra mitad, ya que vamos a tener todo lo que es de Cristo, bueno, los golpes, insultos, latigazos, escupitajos, golpes y por último la crucifixión, viene también con el paquete, pero digame ¿quiere también eso?, seguro que NO, pero mi amigo, queremos ser como Pablo, que se escribió medio Nuevo Testamento, como José que era el dueño de Egipto, pero no queremos ser apedreados, ni vendidos, quisieramos que la esposa de Potifar nos corretee, pero no queremos ser esclavos, o sea solo queremos las bendiciones, no mi amigo, la herencia es completa, pero te hago una pregunta antes de irme a dormir, ¿estas dispuesto a cargar tu cruz y estar dispuestos a todo, por seguir a Cristo?, nos vemos buenas noches y felices sueños.

La iglesia de Dios

El honor más grande para todo cristiano es servir a Cristo, servir a la iglesia de Cristo, esto para usted y para mi debe ser lo más importante y todo un honor. Pero mi hermano usted debe empezar por concocer los principios bíblicos para poder hacer esa tarea, ahora para que todos podamos aprender le digo que tenga su Biblia a la mano, de pasada un papel y un lápiz para tomar sus apuntes, yo se que tiene buena memoria, y un excelente sentido de recordar todas las cosas, por lo tanto espero que recuerde donde dejo su Biblia desde el domingo pasado que la llevo a la congregación y tome asiento, tomese un  café y empecemos.

«Edificaré mi iglesia» (Mateo 16:18).

Este punto es importante, mi hermano solo Dios edificará la iglesia, Su iglesia, y nosotros no podemos competir con Dios, ni tampoco darle una ayudadita, nosotros, líderes, evangelistas, pastores y maestros hemos venido incorporando métodos y formas para hacer crecer las iglesias, desde aquellos que quieren repetir el método de tener 12 líderes para que hagan la obra y empezando a reproducirse como si la iglesia de Jesucristo fuera un vulgar y triste negocio, en donde usted tiene doce y esos doce sus doce y esos otros sus doce, y quiere sacar demonios hasta de los armarios, sin entender que lo que debemos de hacer es discípulos y predicar la Palabra a tiempo y fuera de tiempo y que Dios traera a la iglesia a los que serán salvos, y es que muchas veces queremos meter gente a la iglesia a como de lugar, sin interesar que es de Dios y que no lo es, lo importante son los resultados y creemos que en 40 días si nos lo proponemos, podremos hacer hombres y mujeres entregadas a Dios, sin pensar que solo el Espíritu Santo tiene el poder de transformar las vidas de cada uno de nosotros.

«Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre» (Hechos 20:28).

Aqui debemos de entender que el dueño de la iglesia es el Señor y no nosotros, pero muchas veces creemos que es al revés, los pastores o líderes de las congregaciones creemos que somos los dueños de la iglesia y como tal actuamos, damos y ponemos las normas que nosotros queremos y sobre todo lo que se debe y no debe hacerse en medio de la congregación, (con la frase celebre «me lo dijó el Señor», o es que El lo ha puesto en mi corazón y me trajo una paz, sin darse cuenta de que esta en Bolivia), por lo cual debemos entender que nadie solo Jesús es el dueño de la iglesia y que para poder verdaderamente apacentar la grey, debemos conocer las normas escritas en el manual dado a nosotros por el Espíritu Santo, pero un conocimiento real, escudriñando y teniendo los oídos abiertos a la verdad, no a la nuestra, sino a la verdad de Dios para nosotros, por eso vemos que cuando cerramos nuestros oídos y no somos sensibles a escuchar la voz de Dios, tenemos congregaciones estancadas y que no solamente no crecen en número sino sus propios miembros a pesar de los años siguen tomando leche y haciendo tertulias y actividades que nada tiene  que ver con la Palabra de Dios, Parece que se predica la Palabra de Dios pero solo son placevos temporales y palabra que no nutre, y a pesar de los años siguen sin entender los principios del cristianismo. Pero la sordera se hace mas aguda cuando son los líderes quienes cierran sus oídos a la verdad.

«Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra» (Mateo 6:10)

Aquí mi hemano en la iglesia es donde Dios quiere que se haga su voluntad, ojo mi hermano en la iglesia, o sea en usted y en mi, no en el templo, sino en la vida de cada uno de aquellos que nos autoproclamamos cristianos, ¿cómo? bueno aquí empezamos con problemas, Jesús es el verdadero pastor y dejó la Palabra a sus siervos para que la cumpliesen, pero no de una forma llamemosle «como nos convenga y cuando nos convenga». No hay terminos medios o se hace o no se hace, no esto si y aquello no, es total, o la cumplimos o no, pero en nuestros tiempos han querido y algunos han logrado cambiar las cosas, y han hecho creer a muchos de que nosotros somos los que dictamos la voluntad de lo que se debe y no debe hacer, hasta tenemos la desfachatez de decirle a Dios qué tiene que hacernos nuestros milagros (tu lo prometiste, le decimos y hasta se lo sacamos en cara) por muy espirituales que estos parezcan, y algunos evangelistas hasta le cuentan a Dios para que haga nuestra voluntad. Yo soy su ayudante, yo soy su siervo y el siervo o esclavo (que en otro post hablaremos del esclavo) solo tenemos derecho a hacer lo que nuestro Señor nos manda.

«Las puertas del Hades no prevalecerán contra ella» (Mateo 16:18)

Por más de 2,000 años la iglesia ha recibido toda clase de ataques, pero mi hermano, nada ha podido vencerla ni destruirla como Satanás ha intentado en innumerables veces, pero sabe mi hermano hoy han cambiado las cosas, porque creemos que somos nosotros los que hemos hecho prevalecer la iglesia con nuestros ministerios, le voy a decir una palabra dura, a nadie le importa tu y lo repito tu o mi ministerio, si por mas de 2,000 años la iglesia verdadera de Jesucristo ha vivido sin TU o MI ministerio, lo puede hacer por miles de años más, entonces no es cuestion de levantar el minsiterio de tal o cual pastor o evangelista o cantante, es levantar la iglesia de Jesucristo, predicando la verdad del evangelio. No se si usted ha visto pero hay evangelistas, profetas maestros y pastores que oran y en medio del pulpito dice «Yo te pido, Ahoraaaa» y Dios corriendo debe hacer lo que se le pide, (¿qué es eso?) como otros le cuentan, «uno, dos, tres, que se haga» Dios mio perdónalos porque no saben lo que hacen, si mi hermano, hemos creído que ahora nosotros tenemos el control de todo y eso es idolatría y es de Satanás, si Dios es el dueño de la iglesia, sus siervos, o sea nosotros debemos de hacer primero lo que dice el amo, para ello debemos conocer sus normas escritas en Su Palabra, pero si al leerla, para nosotros solo es letra, y nos hay revelación por medio del Espíritu Santo, es cuando nos ponemos a formular credos y creencias con las cuales ganamos el favor de la gente y el aplauso de la multitud, pero hay una diferencia entre la multitud y los discípulos. ¿usted lo cree? veremos.

«Para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y valuarte de la verdad» (1ra. Timoteo 3:15)

Querido hermano, tengo la tristeza de decirle que el día de hoy en muchos lugares no se proclama la verdad, se habla de un evangelio diluido, anorexico, en donde muchas veces ni del pecado se predica, en donde todo es bendición, en donde Dios te dara todo lo que le pidiereis, en donde debes ser positivo, en vez de arrepentirte de tus pecados, en donde debes orar por lo que quieres en vez de orar para que la voluntad de Dios se haga en tu vida, las verdades de Dios han sido transformadas, donde aparecen falsas doctrinas como si la risa fuera la relación que uno debe de tener con el Espíritu Santo o de que aparecen profetas de algún supuesto Dios, que ni la Biblia conocen, solo porque alguien les dijo o se autoproclamaron, pero sabe mi hermano, no vaya porque su mamá le dijó, ni hable porque su abuelito le dijó que hablase, vaya y hable porque Dios lo llamó, pero el profeta de Dios que tiene una vida entregada al servicio de su iglesia, y que es a esa iglesia a la que se debe enseñar la verdad escrita en Su Palabra.

Aqui nos quedamos por unas horas, vamos a seguir, pero mi hermano quiero dejarle una historia, a mi me encantan las historias y esta no recuerdo donde la leí o escuche:

Un hombre cansado de ver que las cosas en el mundo caminaban mal, las guerras entre países, las luchas, por una supuesta democracia, las muertes de inocentes, la crisis económica y tantas cosas que suceden todos los días, se sentó y decidió hacer algo para cambiar al mundo, y puso todo su esfuerzo en ello, conferencias, organizaciones y recorrio el mundo tratando de ayudar a que todo cambiara, pasaron los años y se dio cuenta de que era una tarea demasiado grande y decidió  enfocarse en su país, para lo cual nuevamente puso todo aquello con lo que contaba y quería asi dar ejemplo a su familia de que se podían hacer grandes cosas, paso el tiempo y la obra ni siquiera era tomada en cuenta, entones volvio a sentarse y decidió de que aún su país era muy grande y empezó por su ciudad, pasaron los años, viejo y cansado, casi abandonado por su familia a la cual descuido por luchar por cambiar al mundo, se dio cuenta de algo que cada uno de nosotros debemos llegar a entender, antes de querer convertir a la gente, antes de orar por los demás, antes de querer levantar un ministerio, este hombre dijo «Si hubiese cambiado YO, quizás por mi testimonio hubiese cambiado mi familia, y por ellos mi ciudad y por mi ciudad mi país, pero me dedique a querer cambair a otros en vez de rendirme yo a los pies de Jesucristo, hoy viejo y por entregar mi alma he perdido el tiempo, en vez de servir al Señor, y de ser feliz con mi familia. Usted y yo debemos de entregarnos verdaderamente a Cristo, no es el tiempo que me quede libre lo dedicare a Ti, es: mi vida te pertenece, cambiar nosotros, primero y después ir a la guerra, nadie construye una casa sin tomar en cuenta el costo, pero todo empieza en nosotros, oremos para que la voluntad de Dios se haga en usted y en mi y por medio de nosotros y digamosle, aquí estoy yo, yo me pongo en la brecha, yo ire, enviame a mí.

Nos vemos cambiemos nosotros, usted y yo para que otros al ver el verdadero testimonio de nuestra vida, deseen también tener lo que nosotros tenemos, pero recuerde, otros lo miraran a usted, no es esa frase celebre que dicen algunos «No me mire a mi, vea a Jesús» SI, yo lo mirare a usted porque si es un líder debe ser ejemplo a seguir, recuerda esta frase de Pablo, «no me miren a mi, vean a Jesús que vive en mi» ahí esta todo, que el Jesús que vive en usted sea al que vemos, pero en usted, ahora viene la pregunta ¿Jesús vive en usted?, nos vemos y bendiciones.

Obreros para la construcción

Nuevamente por aquí, pero ahora con un tema interesantísimo, es necesario que usted este comodo y que ponga sus cinco sentidos en lo que va a leer, he tenido un tiempo meditando lo que vamos a conversar, y sobre todo me he tomado el tiempo para preguntar, por aqui y por alla, hablar con algunos pastores, al respecto y sobre todo he buscado qué dice la Biblia al respecto (utilizo la versión Reina Valera 1960, que me parece la llamemosle más acertada), por lo cual nuevamente como es una conversación informal entre amigos, preparece un cafecito, doble, para que no se me duerma, tome su Biblia y agarreme a bibliazos si no es correcto lo que digo, pero sobre todo preste mucha atención, y si tiene dudas, corra con algún líder o su pastor para que le dé respuestas a sus incognitas.

Ahora si, con las salvedades del caso empezamos. En estos tiempos que corren que cada día nos trae una sorpresa nueva y que la crisis del ladrillo aún no nos deja y que por países de Europa estan muy mal y que así como USA los contagio hace unos años, hoy nos están devolviendo el mismo virus, lo único que este virus es más duro de frenar, pero eso ha hecho que algunos líderes de iglesias, como la que usted visita o es miembro (quizás) les gusta que se piense de ellos como hombres de empresa, porque han tenido la revelación de que la iglesia de Jesucristo, hay que manejarla como a COSCO o Safeway, otros se creen estrellas o presentadores de televisión, otros han entrado en la iglesia como filósofos, o psicoanalistas, abogados de migración y nos dan la receta para entrar al cielo, saltandonos la barda, pero mi amigo, esas ideas que a la primera mirada parecen buenas, estan en clara oposición con lo que las Escrituras nos dice, sobre los líderes que debemos tener en las congregaciónes, que algunos han convertido en tienda de remate, o de segunda mano, o en circos que hasta a payasos invitan a darnos su testimonio, incluyendo a aquellos artistas que tienen 5 meses de convertidos y los quieren hacer pastores, no, más neofitos, no necesitamos, !por el amor de Dios!.

Si usted tiene su Biblia a la mano (de lo contrario comprése una, corra, aquí lo esperamos, le prometo no irme) (¿ya regreso?, bueno seguimos) 2 Timoteo 2, Pablo usa siete metáforas diferentes para decirnos cuáles son las características esenciales del liderazgo. Como un maestro (v.2), un soldado (v.3), un atleta (v.5), un labrador (v.6) un obrero (v.15), un vaso (v.20-21), y un esclavo (v.24). En donde si usted se dá cuenta de lo que significa cada una de estas características, nos dan ideas de sacrificio, trabajo, servicio, privaciones, esfuerzo, nos hablan de las responsabilidades del liderazgo espiritual. Jamás esto nos puede hacer pensar que el liderazgo es algo fácil y encantador, recuerde que el liderazgo dado por Jesucristo es aquel que enseña la verdad de la Palabra de Dios y que guia a los miembros de una congregación por los pasos dados por el maestro.

El liderazgo en la iglesia no se supone que sea encantador ni tampoco es un manto de posición elevada que se confiere a la aristocracia de la iglesia, como algunos lo pintan y lo demuestran ubicando sillones y hasta reclinadores en el altar para que el liderazgo se siente, tratando de buscar ser reconocidos se sientan en las primeras bancas creyendo asi que Dios los va a ver en mejor forma, yo pienso diferente, el liderazo debe sentarse al final, ¿la razón? porque desde allí usted lider, podra ver si alguien tiene una necesidad, al frente, será muy díficil, de igual forma se dará cuenta quien o quienes no llegaron a la iglesia, para poder hacer la obra para la cual fue llamado, pastorear a las ovejas. En una iglesia que asistí, pasaron meses para que supieran que estaba allí, nunca conocí al lider de varones, mucho menos al de matrimonios, jamás, supieron que me fui, (que tal liderazgo, y ellos nos van a guiar al cielo). Este liderazgo, tampoco se obtiene por antiguedad, ni se compra con dinero, ni se hereda, usted puede tener el llamado de Dios, pero no por ello, ni su esposa ni mucho menos sus hijos lo tienen, porque algunos pastores entregan el mando de la iglesia a sus hijos, por el hecho de creer que Dios también los llamó a ellos, Dios llama a toda persona a que se arrepientan, pero no necesariamente a seguir los pasos del papá o del esposo. No cae necesariamente en las manos de aquellos que son exitosos en los negocios o finanzas, tampoco se entrega por la inteligencia y talento. Sus requisitos y aquí mi querido amigo, lealo dos veces, ya sea usted pastor, maestro, evangelista, etc., son: un carácter irreprensible, madurez espiritual y disposición de servir humildemente.

Si usted mis queridos amigos, recuerdan lo que leyó en su Biblia se dará cuenta de que la metáfora predilecta del Señor Jesús para el liderazgo espiritual, que El la usó a menudo para describirse a sí mismo, era la del pastor; uno que cuida del rebaño de Dios. Todo lider de la iglesia es un pastor (recuerde bien esto, y que cómo pastores daremos cuentas). Un pastor, dirige, alimenta, cuida, consuela, corrige (aunque a nadie le guste) y protege. Estas son las responsabilidades que nadie debe olvidar.

Si usted ve a su alrededor, los pastores carecen de una posición social. En la mayoría de culturas, el pastor ocupa una de las posiciones más bajas, solo dentro del reino de Dios muchos de ellos se han creído la mamá de los pollitos y creen que deben ser servidos, de merecer hoteles de cinco estrellas cuando van a predicar a otras ciudades y de cobrar por hacer la obra de Dios, otros inclusive, si no van a iglesias de renombre, o de tantos asistentes, pues simplemente no van, esto mis queridos hermanos no es de Dios, cuántos y diganme por favor en un comentario, de esos grandes televangelistas, cantantes, llegaran a una congregación de 50 personas, !Jamás!, porque allí ni venderan sus libros, ni compraran sus CDs, mucho menos dejarán una gran ofrenda, o ¿cuándo? viajarán a pueblitos en las sierras de nuestros países a promover el evangelio, ¿buena pregunta? encuentre usted la respuesta.

Bajo el plan de Dios, el liderazgo es una posición de servicio amoroso y humilde, es un ministerio, no una administración, es la iglesia de Jesucristo, no el restaurant «Tacos al pastor», que algunos lideres creen. Aunque digan esa frase celebre «Todo lo hago en el nombre de Cristo» ¿será?. A los que, Dios verdadermente ha llamado para el minsiterio, no los ha llamado a ser monarcas reinantes, sino esclavos humildes, no individuos famosos e ingeniosos que saquen el pecho porque se pueden comprar camisas de 1,000 dolares, o tener carros último modelo, sino siervos diligentes. El hombre que dirige el pueblo de Dios debe de ser por encima un ejemplo de sacrificio, devoción, sometimiento y humildad.

Mire mi amigo, si usted esta caminando y pastoreando una iglesia debe de entender lo que aqui digo, el pastorear un rebaño espiritual no es tan sencillo, las demandas son muchas y los requisitos difíciles de satisfacer. No todos poseen las calificaciones requeridas, y entre los que las cumplen, pocos parecen brillar en la tarea. Sino mire alrededor, lideres que quieren hacerlo rico, prospero, que hasta le cuentan hasta tres a Dios para que les haga el milagro, que dicen prueba a Dios por tu milagro, que saltan, bailan, dan de gritos y te tumban para decirte que tienen la unción, sin darse cuenta de que el pastorado espiritual exige que verdaderamente sea primero un hombre piadoso, talentoso, de múltiples habilidades y de gran integridad. Recordemos que también los describe como, maestro, soldado, atleta, labrador y esclavo. Con todo, debe mantener la perspectiva y conducta de un pastor.

Bueno mis amigos, aqui nos quedamos, seguiremos, eso se lo prometo, pero mi amigo si es lider de alguna iglesia, es usted un siervo y el siervo está para servir, (como dice un dicho: «siervo que no sirve, no sirve»), reciba a la gente, mire por los que llegan y por los que no llegaron, ore por las necesidades y sobre todo que su caminar este de acuerdo a las normas escritas en nuestro libro esencial: La Biblia. Nos seguimos viendo y conversaremos más sobre este punto y muchos otros, gracias y bendiciones.