Una reflexión quizás a tiempo

Que tal mis queridos amigos, volvemos, antes de empezar, quiero pedirles perdón, me voy a meter en camisa de once varas, o sea algo gordo, muchos me van a criticar y más de uno me va a señalar, pero sabe mi amigo, hermano o conocido, no puedo callar, por meses he venido observando algo que lo comente con uno de los pastores, pero parece que como siempre digo, muchos pastores o profetas tienen los oídos llenos de cerilla porque no escuchan, quizás debido a esa idea mesianica que «nunca fallan los pastores, ni mucho menos se equivocan», o porque simplemente a los locos no se les debe escuchar, lo cual usted y yo sabemos de que no es cierto, pero mi amigo por ello hoy vengo con una reflexión, preparese un buen café, grande y con doble shot, porque le aseguro de que se nos va a amargar el día y no quiero que se nos duerma.

Por la tarde me fuí al servicio en donde, luego de una alabanza y danza con panderos como cada domingo en donde las danzarinas hacen sonar sus panderos para nuestro creador, cantamos una canción que debería de hacernos pensar, gracias, gracias mi Dios, gracias mi Señor por todo lo que has hecho en mi vida y en la suya, (la de usted), por el perdón de nuestros pecados y por la vida eterna, predicaron con respecto a «no te afanes por nada» lo único interesante es que se predicó para los demás, antes de predicarse para el propio predicador, muchas veces nosotros vamos a dar una clase, o una predica para todos los demás, inclusive no falta el hermanito que dice «justo esto es para fulanito o fulanita» pero nunca para uno mismo, cuando hoy por la tarde, vi como en un afán de que las cosas salieran bien, de que el sonido saliera perfecto, mucho se tiro por la borda, y era desde antes y durante la alabanza un ir y venir, que no sabía uno si estabamos en un concurso de «corre que te alcanzo» o llegamos al servicio en donde a medida que daban vueltas se les quitaba una silla para ver quien terminaba al final parado sin silla, la Palabra de Dios nos habla de «no te afanes» pero nosotros con ese afan de tratar y querer hacer las cosas lo mejor posible para Dios (¿?) terminamos con tristeza haciendo todo al revez, mientras los músicos trataban de hacer todo aquello para lo cual se prepararon, entre correrías, subidas y bajadas, entre brincos se olvidaron de cuál es la verdadera razón por la cual nos reunimos, sabe mi hermano, al diablo no le interesa que usted de vuelva un hereje o deje de creer o lo engañe con palabra de maldición o cualquier demonio que se vaya a vivir a su casa, al diablo solo le interesa que usted aleje su mirada del creador, simple como eso, entonces si usted llega el domingo (aunque debería de ser siempre y en todo momento) a la congregación con el corazón dispuesto a adorar y luego, recibir enseñanza mediante la exposición de la Palabra, pero lo único que encuentra son a los líderes en una lucha contra los cables, las conecciones, los controles, parlantes, monitores y hasta mi iPod, entre mirar, probar, y ver que algo no camina bien con el sonido, y es una correría por todo el altar y un afan de que salgan bien las cosas, nos sacan de la razón para la cual llegamos,y si encima seguimos igual en la predica, esperando que el CD salga perfecto, es que algo anda mal o esta fuera de lugar.

Y ya sé que me van a decir «criticón» e inclusive este punto lo tocaron en medio de la predica, pero sabe mi hermano, mi amigo o conocido, como usted quiera llamarme o que lo llame, le puedo decir algo, quiero lo mejor y la verdad, voy a adorar, eso es lo que quiero hacer, me dicen «vengan a adorar» eso es lo que espero, pero si aquellos que nos dirigen y que supuestamente van a la cabeza en la adoración, estan preocupados en cómo se escucha el sonido, como que debemos de sentarnos y empezar a pensar ¿qué venimos haciendo? y lo que decía en parrafos anteriores, un simple afán y nos hemos salido del propósito de la reunión y nadie se ha dado cuenta, y nuestros líderes son los que fomentan el desorden. A pesar de que me llamen «criticón», es necesario conversar al respecto.

Es cierto de que debemos dar todo lo mejor de nosotros, y tratar de hacer lo mejor para Dios, pero eso también significa que nuestra prioridad es reunirnos para adorar, no interesa si el sonido está mal, o si el CD se grabara con imperfecciones o simplemente no se grabara, no importa si el power point no funciona, si el predicador se ha metido en su lugar secreto y luego de orar, con la ayuda del Espíritu Santo trae un mensaje, todos o por lo menos los convertidos de corazón escucharan sus enseñanzas, pero lo importante es que venimos a adorar a nuestro creador, debemos de dejar de afanarnos a tratar de hacer lo mejor, con la mentira del diablo que se nos mete en la mente de que todo lo que hagamos lo hagamos perfecto, nos alejamos de nuestro propósito, y poquito a poco nos salimos del camino en donde estabamos, nuestra Biblia que debe ser lo que nos permite conocer a Dios, le damos el mismo peso que otros libros que pueden ser buenos, escritos con buenos deseos, pero hecho con la inteligencia humana, es cierto que muchas veces los pastores hacemos cosas con buenas intenciones, pero mis hermanos, regresemos a nuestro primer amor, volvamos por nuestros pasos, porque nos dira «tan solo tengo unas pocas cosas contra ti, que has dejado tu primer amor» por tratar de hacer mejor las cosas, por tratar de que se escuche bien, de servir mejor, has olvidado el motivo por el cual llegamos a la congregación, en vez de preocuparte de como se escucha, vuelvete a mi, dice el Señor, porque mi hermano, no nos hemos dado cuenta, pero hacemos tantas cosas en el nombre de Dios, que ¿ya formaste discípulos para hacer la obra? verdaderamente, ¿tienes maestros para que enseñen la Palabra?, enseñas la verdad de Dios o lo que crees tú que es la verdad, ¿vienen enseñando en las casas la Palabra de Dios los que hasta el momento has formado como discípulos?, ¿podría alguién seguir tu obra? ¿estás formando a aquel que seguira tus pasos?, buenas preguntas, ¿tienes respuestas?, o crees que nadie puede hacer lo que tu haces, ¿cuánto tiempo vienes haciendo de todo? no será porque no has formado a nadie o por ¿temor?, o por ese afan de que nadie lo hará mejor que tú, piénsalo, tan solo deseo lo mejor (y eso que nos soy profeta).

Perdónenme mis hermanos, pero es que veo pasar los días y meses y seguimos iguales, el fruto que llega a nuestra congregación ¿dónde está?, estamos orando por los enfermos o estamos declarando  su prosperidad, venimos ¿haciendo verdaderamente frutos de arrepentimiento? o simplemente hablamos de nuestros pecadillos y de lo bueno que somos sin entender lo que significa verdaderamente arrepentimiento, estamos enseñando a nuestros miembros la verdad del evangelio o estamos dando un paseo por las calles y prados de la pasividad, de que somos hijos de dios (¿cuál dios?, por eso las minúsculas) y nos merecemos todo aquello que nuestro corazón desea, quizás me digan hasta pronto y no vuelvas, pero busquemos de Dios, vamos a la montaña, pero, llegaron con los mismos afanes y las mismas preocupaciones, y terminamos el domingo con el mismo pesar de no haber alabado a Dios como se debe, aún hay tiempo, tenemos un Dios misericordioso, que nos perdona, pero debemos de arrepentirnos y volver a caminar, buscando nuestro primer amor que quizás se quedo a la puerta y nosotros no lo dejamos entrar, porque viene a pedirnos que nos arrepintamos porque el reino de Dios se ha acercado, porque viene a decirnos que debemos calcular el costo para poder seguir sus pasos, porque viene a hablarnos de que medira a todos aquellos que hoy le adoran o dicen que le adoran, y que traera un thermometro para poder demostrarnos que seguimos siendo tibios porque no nos decidimos a seguirlo por sobre todas las cosas.

Bueno los dejo, sé una vez más que decir todo esto es ponerse una soga al cuello, pero es que ya lo tenía desde hace un par de meses dándole vueltas, y bueno quizás así me llamen por teléfono, ya tengo un año y no me llaman ni para pedirme el diezmo, quizás ahora tenga la dicha de recibir una llamada aunque sea para decirme !chau! y sino pues seguimos y si me dicen adios, también seguimos, porque a quien seguimos es al creador de mi vida, el que me perdona mis pecados y me ha dado la vida eterna, y a quien intento servir lo mejor que puedo, pero sin preocuparme de que si se escucha bien, sino con mi corazón, sé que no canto y mi voz es como la de los burros, pero uno habló, quizás conmigo ya seamos dos, pero aún así alabare y alabaré, y trato de alabarlo y adorarlo con todo mi ser y que en vez de repetir la misma oración en las comidas como cualquier comercial de TV, prefiero darle gracias por cada cosa que me ocurre, por vivir, por entrar y salir, por subir y bajar, por permitirme cantar y rogarle que se tape los oidos por mis gallos, pero sabiendo yo de que me escucha, Dios gracias, y te pido perdón por lo que he dicho, si es que estoy equivocado, pero venimos a adorarte, a bendecir Tú santo nombre, y a eso solo llegamos y debemos llegar a la congregación, el pedir debe de ser secundario, porque si usted y yo caminamos en la total voluntad de Dios, recien allí recibiremos todo lo que nuestro corazón desea, ya no el carro, dinero, ni trabajo, ni propiedades, ni siquiera una esposa, sino lo que la voluntad de Dios nos quiere dar, ya me imagino a Pablo o Pedro, pidiendo nuevo microfono, preocupado porque en los calabozos no tenían baño, porque el CD donde estaba grabando el libro de Romanos, no se escuchaba bien y tenía que repetirlo todo y ya estaba por terminar, porque el llegar a Roma desde Jerusalén como que cansaba y no tenía para estacionar el camello, o porque a Timoteo se le olvidaba el cargador de su laptop y no funcionaba su Power Point, porque el pez que se comió a Jonás estaba muy grande y olía mal, o porque no tenían al entrar a Jerusalén el carro papal para Jesús, si tan solo con disponer nuestro corazón es suficiente, si tan solo vivir una vida haciendo la voluntad de Dios, ya lo estas alabando porque estas cumpliendo la razón para lo cual fuiste creado.

Amigos, aún los sigo esperando en mi casa para aprender de Jesús, de que la Biblia es suficiente si verdaderamente la escudriñan, allí te dice lo que debes y no debes hacer, porque no nos sentamos, yo traigo el Starbucks, ¿quién trae los pastelillos?, los espero y que Dios los bendiga.

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