Regresamos, mi amigo seguimos, para lo cual, tome su Biblia, vamos a leer algo importante y como siempre (soy partidario del café, pero del bueno) compre un Starbucks, nuestro inseparable (por lo menos hasta que se nos acabe, la mermelada de durazno) y pongase comodo, sientese, no se duerma y preparese porque lo que vamos a conversar le atañe a usted directamente.
«Padre la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste. Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Yo te he gorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. He manifestado tu nombre a los hombres del mundo que me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todas las cosas que tu me has dado, proceden de ti; porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son» Juan 17:1-9, pero podría también poder seguir leyendo todo el capítulo y que verdaderamente de cada versículo podríamos hacer todo un estudio bíblico.
Pero mi hermano, sabe el Padre le entrego a nuestro Jesús, (deseo que preste atención), aquellos hombres que serían los pilares de nuestro cristianismo, y vea la oración que realiza Jesús, «te he glorificado y he acabado la obra que me diste que hiciese», durante el tiempo que vivió Jesús entre nosotros realizó la obra de preparar a los santos para la obra del ministerio «he manifestado tu nombre a los hombres…han conocido que todas las cosas… provienen de ti, las palabras que me diste les he dado… » todo ese tiempo formó a cada uno de sus discípulos para que hiciren la obra que el día de hoy usted y yo tenemos, formar a los santos para que continuen la obra, pero ahora quiero hacerle una pregunta, a usted mi querido pastor, o maestro, o evangelista, o profeta, o miembro de alguna congregación ¿a cuántos hombres viene formando como discípulos de Jesucristo? y la respuesta en muchos casos es:, el lunes tengo estudio bíblico, luego la reunión de varones, luego las prácticas, luego el servicio, la administración de la iglesia, las compras, el folleto del domingo, si pero ¿cuántos hombress caminan con usted para luego mañana más tarde puedan continuar la obra? y usted mi querido hermano y/o hermana durante la semana ¿recibe o asiste a un discípulado? ¿es usted discípulado por alguién?, en la mayoría de casos la respuesta es ¿para qué? es suficiente con la media hora de estudio bíblico y el servicio del domingo, ¿estamos discípulando a nuestro hermozo grupo de músicos a entender la razón por la cuál están en el grupo de alabanza? o son simples músicos que entonan entrofas sin entender el por qué elevan sus cantos al creador, por ello mis queridos amigos, aunque haya pasado mucha agua por debajo del puente, y ya pintan canas en nuestras cienes y el pelo ha sido detenido por el suelo, seguimos vistiendo pañales y tomando biberon, porque nuestro conocimiento de Dios es raquitico, creemos que por tener nuestra Biblia debajo del brazo, por inducción, se nos penetrara el conocimiento, y no estoy diciendo que te conviertas en un teologo, sino en que conozcas a Dios, porque si después de 15 años de convertido aún no sabes cuál es la voluntad de Dios para tu vida, mirate al espejo, aún vestiras pañales y tu camiseta de la abeja maya.
Discípulo significa «el que sigue a otro para aprender» aquí ¿usted a quién está siguiendo? ¿a usted pastor, cuántos lo están siguiendo? y no me venga con esa frase «no me miren a mi, sigan a Cristo», si pero usted mi amigo pastor, que debe ser ejemplo a seguir, si es que en su interior vive Jesús, desde allí usted se convertirá en un discipulador, porque tenemos la orden de ir a las naciones, predicar el evangelio y hacer discípulos, Mateo 28, esta es una orden a todos los cristianos, y entonces el inicio es ser discípulo, luego discípular, pero si no seguimos ese camino, la razón para la cual Dios te salvo no se esta haciendo realidad, porque estas desoyendo la orden dada por Jesús, y mira es bueno ir a congresos y conciertos, que mueven tus sentimientos, pero si al día siguiente de que lloraste, te arrodillaste, toda tu vida vuelve a la misma inamovilidad de antes, es que solo fue emoción y de emocionales esta poblado el infierno, y es bueno emocionarse, si, lloramos por el dolor, gritamos !GOL!, por la euforia, pero si solo paramos de congreso en congreso y de emción en emoción, es que la muerte de Jesús fue en vano, nada ha cambiado en nuestras vidas, somos mejores personas, pero no somos discípulos de Jesucristo, aún llegando a la iglesia cada domingo y sirviendo en algún ministerio, estamos fuera del plan de Dios.
Un discípulo es aquel que sigue a otro para aprender, el discipulador es aquel que instruye a otros a traves de las enseñanzas bíblicas y también a traves de nuestra propia vida para llevarlos al final a tener el caracter de Cristo, Dios nos salva para que demos fruto, porque cuando tu y yo mi hermano lleguemos al cielo por la gracia de Dios, no nos va a preguntar, ¿cuántas campañas tubiste? o, a cuántos conciertos asististe o a cuántos hombres les hiciste milagros, u oraste por su carro, o cuántas iglesias construiste, te mirara y te peguntara ¿cuánto del carácter de Cristo tienes en ti?
Un discípulo es aquel que ha decidio seguir a Cristo para aprender de él, debes entender y decidir que Jesús es el único que te puede dar la vida eterna, en donde se encuentran concentrados toda la sabiduría y el conocimiento, que no basta con decir que crees en Jesús y que resucitó de los muertos, porque recuerda hasta los demonios creen, sino que Cristo nos invita a que lo sigamos, pero todos los días, a cada momento, el centro de nuestra vida debe ser Cristo, solo así puedes llamarte discípulo de Cristo, entonces seguir a Cristo significa abandonar todas tus ideas, todos tus propósitos, dejar de lado todo aquello que te separa del creador de la vida.
Por ello recuerda estos versículos «A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca. Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz» (Juan 10:3-4). Los que son verdaderamente cristianos, oyen una sola voz, la voz de Jesús, tengo pregunta ¿cuántas voces oyes tu? que a la primera llamada a hacer la voluntad del Padre, te haces el sordo, muchas veces oímos nuestra propia voz que es la de nuestra voluntad, y hacemos oídos sordos a las palabras de Jesús, y sabe nosotros tenemos en nuestras manos de tomar la desición a quien seguir.
Un discípulo también es aquel que desea mantenerse en la verdad, dígame otra pregunta: ¿tiene usted un devocional? ¿cuánto tiempo le dedica usted a leer su Biblia y tiene una relación con el Padre? y no hablo de las oraciones por los alimentos, sino una verdadera relación, recuerda lo que los discípulos le dijeron a Jesús fue «enséñanos a orar» no le pidieron, enseñame a atar demonios, ni a sanar, ni a hacer milagros, y es que se dieron cuenta de que la oración del justo puede mucho, porque aparte de ser justo, honesto, bueno, etc, es también estar en correcta relación con el Padre y eso hace que sus oraciones sean respondidas, en la perfecta voluntad de Dios. Muchas veces pedimos que el poder de Dios descienda en la congregación, y amigos, no es para pedir milagros, carros, dinero, es para que la gloria de Dios viva en nuestras vidas, y tendremos poder para pararnos en las plazas y predicar el evangelio, para hablar en lenguas y orar en el espíritu, para poder tener el poder de liberar a los esclavizados por el pecado, para abrir las carceles de aquellos que se encuentran encerrados a sus propias vaniades, para eso es el poder y no para que te traigan tus papitas y pastel de helote para desayunar, o para saber cuales son los números de la loteria y hacerte rico y fugarte a las Bahamas.
Juan 8:31-32 «Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres», entonces viene la mala noticia, miles de personas que vienen a las iglesias, que estan los domingos levantando sus manos, que inclusive son parte del liderazgo, pastores, maestros, ujieres, profetas, y demás, puede ser de acuerdo a este versículo, que no sean discípulos de Jesucristo, porque la emoción les dura el mismo tiempo que dura el servicio o el estudio o la alabanza y después vuelven a su vida diaria en donde la relación con Dios es de domingo en domingo, y en donde no existe una busqueda de la verdad, ni mucho menos de Dios. Y cuando se les dice que debemos reunirnos para buscar de Dios, no tienen tiempo, como hace unos años varios pastores (unos seis) dijeron que no tenían tiempo para eso, que la administración de la iglesia, la visita a los hermanos, la reunión de jovenes, la práctica de la alabanza, les tomaba mucho tiempo, y no lo tenían como para perderlo de esa manera, y así decimos que venimos haciendo la voluntad de Dios. Y ojo mi querido amigo y ya para terminar, te voy a dejar con algo que debe de hacerte pensar y en especial a ti te lo digo, amigo lider, «para conocer la verdad, tienes que ser discípulo de Jesucristo» de lo contrario eres asistente, hincha, amigo, y puedes creerte de que eres discípulo y de que conoces y vives la verdad, pero te engañas, volvamos a leer nuevamente los dos versículos por favor:
«Si vosotros permaneciereis en mi palabra; seréis verdaderamente mis discípulos» o sea si la concoes, si la pones en práctica en tu vida, recien puedes ser llamado, o sea, día a día, buscas de Dios, y caminas en Su Palabra, «y conoceréis la verdad», por favor presta mucha atención, de tu comprensión de esto depende tu futuro, si verdaderamente buscas de Dios, y haces su voluntad, serás llamado su discípulo, y allí en ese momento conoceréis la verdad, y serás libre, no antes, no por asistir, no por llorar, ni por arrodillarte. Solamente por ser discípulado y cada día parecerte más a Cristo, todo alumno debe tener un maestro, para que el Señor pueda decir como al principio del post, «a los que me diste, les he manifestado tu nombre.. han guardado tu Palabra, las palabras que me diste, les he dado y ellos la recibieron y te han conocido…»
Mi amigo y hermano, debemos de empezar o seguir en nuestro caminar siendo discípulos, seguir a aquellos que nos enseñarán todo aquello que Jesús nos ha dado, para que nosotros lo demos a todos aquellos que Dios nos ha dado, que el fruto no se pierda por nuestra falta de compromiso, y ahora si los dejo, solamente pidiendo al altísimo, «Señor vuelve a llamar, quizás por mi vida de correrías, cerraba mis oídos cuando llamabas, perdóname, pero hoy me levantare a buscarte, a aprender de Tí y convertirme en tu discípulo, para poder conocer la verdad que hasta hoy me ha sido oculta y he creído en mis propias fábulas e ideas, pero mi Señor, quiero ser libre de ataduras, de la esclavitud del pecado, gracias Señor, y aquí estoy dispuesto a seguirte.
Bendiciones mis queridos hermanos y hermanas, nos vemos, y recuerde, «para que dé vida eterna a todos los que me diste» (Juan 17:2), que entre ellos estemos usted y yo.
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