¿Nuestra pasión?

Queridos amigos, luego de un viaje interplanetario, primero en bus y luego en el tren de Thomas, volvemos a sentarnos y poder escribirles un nuevo pensamiento, seguimos estudiando y preparando algunos post para que podamos todos aprender y empezar nuestro caminar en la senda marcada por Jesús, dejándoles el primer pensamiento, podemos leer el mejor libro escrito por los hombres, podríamos cantar la mas linda de las canciones, podemos escuchar el mejor poema, y ver la mejor película del año ganadora de un Oscar y a pesar de que tenga un versículo bíblico, o dos, no significa que sea cristiana ni mucho menos inspirada por el Espíritu Santo, ni mucho menos te cambié la vida, porque está hecha con la sabiduría humana, lo único que tiene vida, si el Espíritu Santo está contigo es la Biblia, sino tan solo es letra, y no hay otra cosa que tenga el poder de cambiar a las personas que la Palabra de Dios en su predicación, (la fe viene por el oír), podemos entretener y hasta hacer derramar lágrimas de cocodrilo, pero será emoción, recuerdo cuando vi la película «La pasión de Cristo», muchos pastores hablan de que cientos se convirtieron, pero viene la pregunta en el día de hoy ¿y dónde están todas esas personas? acabada la emoción volvieron a sus propios asuntos o intereses, (por supuesto que hay excepciones, pero, si no hay reconocimiento del pecado y luego arrepentimiento, todo lo demás es emoción) recuerdo un día en una iglesia en donde estaba predicando el pastor americano y lanzaba fuego desde el pulpito y la gente gritaba «Amén, aleluya, gloria a Dios» entre mi pensaba, esta gente tiene fuego en su corazón, saltaban y repetían una y otra vez «Heme aquí, enviame a mí», !Wow!, yo pensaba esta gente termina el servicio y se comen San José, y bueno, (corto un instante para contarles lo que pasó el siguiente domingo, que me tocó predicar, y les cuento el final de la historia), les dije hermanos ¿conocen un gallinero?, «todos, si, si», bueno, cuando alguien entra, espanta a las gallinas, y cacarean, saltan, brincan y hacen un tremendo ruido, pero pasados unos minutos, todo vuelve a la calma y el silencio es sepulcral, bueno, la semana pasada, gritaban, saltaban y yo creí que saldrían un día tras otro a compartir por todo San José y que hoy la iglesia estaría llena, pero sabe, terminado el servicio se les acabó la euforia, se les terminó el grito, se acabó la emoción, como el gallinero, pasado unos minutos todo era silencio, aquí mucho ruido, pero la emoción se terminó, al dar el pastor por finalizado el servicio, somos cristianos de gallinero, gritos aquí, silencio en la calle y decimos que queremos hacer la obra de Dios, contesteme: ¿le habló a alguna persona esta semana de Cristo? ¿repartió un tratadito invitando a la iglesia? han llegado en las últimas semanas varias personas nuevas, ¿alguien las ha llamado, o visitado, o preguntado por si tienen alguna necesidad? (yo llevo 5 meses y nadie me ha llamado ni para pedirme el diezmo) o simplemente guardó su Biblia en el estante del buen recaudo y nos fuimos con la finta de ser mejores cada día. Y somos así, me querían quemar en la hoguera en esa congregación, (aquí también), pero es la verdad, ¿o miento?,  todos nos pedimos al final del servicio perdón, como se los pido ahora, pero mi amigo la iglesia está llena de gallineros espirituales, (hay excepciones, no todas las iglesias, solo la mayoría), gritos, saltos, pisale la cabeza al diablo, profetas que lanzan fuego por las orejas, maestros, que la Biblia la tienen tan gastada de dormir sobre ella, pero salimos y no hacemos nuestro trabajo, ni hablamos a nadie, ni preparamos nuestras clases, ni siquiera tomamos la Biblia para buscar de Dios, pero a la pequeña necesidad, corremos a ordenarle a Dios nuestro milagro, y oramos porque nos tiene que escuchar y nos tiene que suplir nuestra necesidad, amigos, hermanos o conocidos, hagamos la obra para la que fuimos llamados, ayúdemonos a buscar de Dios, la visión ya está dada, tan solo hay que empezarla a hacer.

«Recorría Jesús las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino» (Mateo 9:35)

Todo lo que vale en la vida es resultado de la pasión de alguien. Los acontecimientos importantes de la historia humana son resultado de un profundo y entusiasta deseo de ver metas cumplidas. El deseo entusiasta de los creyentes debe ser la evangelización del mundo. Sin embargo, vivimos en una época que tiende a entorpecer nuestra perspicacia. Nuestra cultura opaca nuestras metas legítimas y le quitaría a nuestra fe su poder apasionado si tuviera la oportunidad.

En realidad, algunos cristianos son un jarro de agua fría para el corazón apasioando. Simplemente no comprenden a alguien con un interés apasionado por un proyecto espiritual, ya que la pasión espiritual no es la norma. La norma es no dejar que el cristianismo interrumpa su manera de vivir. Si usted sigue esa norma, bajará su temperatura espiritual y se volverá apático. Y muchas veces con la idea de que está haciendo la obra de Dios empieza a hacer cosas que nada tienen que ver con el mandato de Dios, pero nos engañamos, porque nuestras metas son más importantes, porque la vanidad y el orgullo ha hecho nido en nuestro corazón, sin darnos cuenta, queremos lograr el éxito y reconocimiento, pero nos olvidamos que debemos humillarnos y servir a un Dios que te levantará y te exaltará y te hara cohavitar en los lugares celestiales, pero nada te dice que serás exitoso aquí en la tierra, si ese es el interes que tienes en tu corazón, que te hace acercarte a él.

Todos debemos preguntarnos: ¿dónde está nuestra carga por la evangelización? ¿porqué no es el evangelio la función principal de la iglesia? ¿es la iglesia simplemente un centro de actividad complaciente consigo misma, satisfecha con la comodidad y la prosperidad?. Ya parece muchas veces un club en dónde nos preguntamos ¿qué actividad tendremos para la próxima semana?.

Hermano ¿en qué nos venimos convirtiendo?, ya no veo ese fuego ardiente por las cosas de Dios, veo con tristeza, la comodidad de reunirnos a duras penas algunos días de la semana y viniendo aparte de arrastrando los pies, casi por obligación, ¿pueden venir tal día? muchos dicen !NO! y ¿tal otro?, !Tampoco! les aseguro que como yo piensan varios !mejor me quedo en casa y me pongo a buscar a Dios, que ver gente sin compromiso! y cómo diciendo que le estamos haciendo un favor a Dios por venir, sé que hay hermanos y hermanas que vienen deseosas y deseosos de aprender y crecer, pero veo también que los líderes son los primeros que vienen a cumplir y casi a regañadientes, no hay la preparación, el estudio, los deseos de buscar de Dios, ¿hace cuanto tiempo que no oras por tu equipo?, ¿cuánto tiempo ha pasado que no les llevas una clase bíblica, para que entiendan la razón por la que estan allí?, nos conformamos con palabras tranquilizadoras de las promesas y las bendiciones, del conformismo que no llevan a la vida eterna, simplemente nos hacen dar un paseo por el parque de la esquina y nos regresan como quien a sacado a pasear al perro, aburridos, y tan igual como cuando salimos.

Nuestra misión es preparar a los santos para la obra del ministerio, pero para ello hay que estar preparados, de lo contrario solo traeremos emociones a sus vidas y jamás el arrepentimiento que hace falta para decidir cambiar, y seguir a Jesús.

Les dejo una adoración de la iglesia «Casa de oración de Guadalajara, escuchela y quizas, podamos juntos adorar a nuestro verdadero Dios aquel que es justo y santo.

Bendiciones y nos vemos pronto. Ah y perdonen por lo del gallinero, pero una preguntita ¿cuántas veces en toda su vida de cristiano, a gritado, saltado y brincado y luego no ha hecho nada que de respuesta a toda esa euforia?, se lo dejo de tarea.

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